La mayoría cree que es de buena educación caminar por la calle mirando el teléfono. Sin embargo, expertos aseguran que en realidad es una mala idea.
Ya ha visto a esas criaturas parecidas a zombies caminando entre nosotros. De hecho, usted podría ser una de ellas deambulando por todas partes con los ojos fijos en esa pantalla pequeña que descansa sobre su mano. Los estadounidenses, increíblemente, piensan que está bien. Pero no es así.
"Es realmente peligroso", dijo Deborah Hersman, quien encabeza el Consejo Nacional de Seguridad en Estados Unidos y es la exdirectora del Consejo de Seguridad Nacional del Transporte. "Todos quienes caminan por la vereda tienen puestos sus auriculares o están mirando a sus celulares. Es un comentario triste sobre nuestra sociedad cuando se mira qué tan distraída está la gente".
Por el momento, todo el mundo sabe que hablar o mensajear mientras se está conduciendo puede derivar en la muerte. Pero el hecho de que 3.154 personas murieron y de que 424 mil sufrieron heridas en Estados Unidos en 2013 evidencia que una gran cantidad de personas están dispuestas a ignorar la advertencia de mantener su atención en la calle.
Las noticias de que una persona podría resultar herida o incluso morir al estar caminando –ajeno a su entorno por su obsesión con el teléfono– no tienden a ser más persuasivas. Pero hay abundante evidencia anecdótica y todo un cuerpo de investigaciones para respaldar dichas advertencias.
"Algunos datos sugieren que en cualquier momento en las calles de Estados Unidos, 60% de los peatones están distraídos cuando están caminando, tanto hablando por sus celulares o haciendo cualquier otra cosa con ellos", dijo Alan S. Hilibrand de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. "Es un número sorprendente".
Bilibrand, vicepresidente de cirugía ortopédica en el hospital de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia, ha visto evidencia de lo que él llama "peatones muertos digitales" en las calles del centro de la ciudad.
"Hemos tenido personas que entran en la sala de emergencias luego de haber sido golpeados por un auto", señaló. "Estaban mirando a sus celulares y no prestando atención al hecho de que un vehículo estaba doblando".
En una tragedia bizarra a unas pocas cuadras del hospital de Hilibrand en mayo, una mujer de 68 años de edad que había llegado desde Texas dijo que estaba mirando a su iPad mientras cruzaba la calle en el barrio chino de la ciudad. Fue golpeada por un bote anfibio con forma de pato repleto de turistas y murió por contusiones craneales.
A medida que los dispositivos móviles se vuelven más ubicuos, el número de visitas a la sala de emergencia por parte de peatones distraídos ha subido establemente.
"Podría decir que la explosión realmente rápida y proliferación de estos dispositivos se ha despegado en los últimos cinco años", dijo Hersman, cuyo Consejo Nacional de Seguridad compiló datos de varios reportes diferentes en su perfil estadístico anual de seguridad.
Una sorpresa fue que más de la mitad de los daños sucedieron mientras las personas estaban enfocando su atención en sus celulares al caminar por sus casas. Más aún: más de dos tercios de los heridos fueron mujeres y un poco más de la mitad estaban por debajo de los 40 años. Más de 20% tenían 71 años o más.
"Yo lo hago si no hay mucha gente alrededor", dijo Courtney Thomas, de 32 años, cuando su comunión con su celular fue interrumpida por The Washington Post. "He visto videos de personas cayendo dentro de fuentes y golpeándose contra señales, así que miro para arriba cada pocos segundos".
Una ciudad china, Chongqing, hogar de más de 9 millones de personas, ha instalado irónicamente sendas específicas para las personas que utilizan celular, para recordar a la gente que su distracción puede ser peligrosa y molesta.
Una investigación reciente por el Pew Research Center halló que los estadounidenses se han vuelto más cómodos usando sus celulares en público, más que nada "al caminar por la calle", para lo cual 77% de los encuestados se mostraron a favor.
"Solamente estaba chequeando algo que mi hermano me mandó por mail", dijo Cameron Ratliff, de 27 años, al cruzar la calle. "Generalmente, si lo miro, es cuando estoy parado en un paso de peatones. Nunca me he dado contra nada".
Hersman dijo que es muy difícil para la mayoría de las personas ignorar sus celulares.
"Estamos enfrentándonos ahora con una adicción a estos dispositivos electrónicos que es, francamente, muy consumidora", opinó. "Cuando algo suena o vibra o timbra, realmente es tan irresistible como si alguien estuviera tocándote el hombro. Las personas están condicionadas a comprometerse con estas actividades y obtienen gratificación inmediata por eso. Nuestros cerebros reciben un golpe de dopamina cada vez que abrimos un mensaje".
Kwasi Frye, que trabaja en una firma de Washington D.C. que fabrica aplicaciones móviles, estaba caminando por la calle con sus ojos fijos en su celular. Fue consultado si lo hace con frecuencia.
"Sí", dijo Frye, "pero lamentablemente no tengo mucho tiempo para hablar ahora. ¿Podemos hacerlo por e-mail?".