La comercialización de varios de sus aparatos en los Estados Unidos podría ser restringida.
La derrota conclusiva de Samsung en California revive una pregunta con la que sus gerentes están muy familiarizados: ¿acaso la compañía de tecnología más grande del mundo sigue las innovaciones ajenas o crea las propias? La sentencia de que Samsung copió a sabiendas las invenciones de Apple tendrá un sabor amargo para una compañía que se precia de sus capacidades de velocidad en diseño y tecnología.
Una audiencia de imputación que se realizará el 20 de septiembre podría agrandar sus problemas mediante un bloqueo a las ventas de varios de sus aparatos en los Estados Unidos. Sin embargo, el desenlace del juicio no será una fuerte conmoción para los altos ejecutivos de la compañía surcoreana, quienes le dieron importancia al hecho de que la situación se desenvolvió en el país donde Apple está registrada.
Una sentencia emitida en Seúl el mismo día descartó el alegato de que Samsung había copiado el diseño del iPhone, aunque halló violaciones menos graves de patentes por parte de ambas compañías.
Varias fuentes en Samsung fueron enfáticas al decir que el juicio estaba llegando a su final e insistieron en que una derrota en las cortes afectaría muy poco el impulso que han recibido por la serie de teléfonos inteligentes Galaxy, que ayudaron a incrementar en 75% sus ventas de aparatos móviles, para llegar a US$18.000 millones en el segundo trimestre de este año.
Por último, pueden tranquilizarse con el hecho de que el caso, que ha recibido mucha publicidad, ha puesto de relieve el estatus de Samsung como la competencia más directa de Apple entre los fabricantes de teléfonos inteligentes.