Los gigantes de Silicon Valley siguen teniendo problemas para conquistar la primera economía del mundo.
Cromo - El Observador. Como manifestó recientemente el CEO de Uber, Travis Kalanick, tras anunciar la fusión de su filial en China con su gran competidor local, Didi Chuxing, después de años de durísima competencia y de miles de millones de dólares invertidos: "Las compañías tecnológicas estadounidenses tienen dificultades para descifrar el código".
Este código al que hacía referencia el empresario estadounidense es la fórmula para replicar el éxito global que han tenido los majors de Silicon Valley, que en la última década han extendido sus productos y servicios por todo el mundo, en el prometedor mercado chino. Y es que el gigante asiático, un mercado de 1.400 millones de personas, con una pujante clase media y la tasa de penetración de teléfonos inteligentes más alta del mundo, se ha convertido en la gran asignatura pendiente de gigantes como Google, Facebook, Amazon o Microsoft.
El empeño de Kalanick, obsesionado con la expansión de Uber en el país asiático, hasta el punto de pasar allí uno de cada cinco días del último año, según reveló un alto ejecutivo de la firma al diario Financial Times, y su agresiva política de precios no han logrado, una vez más, captar el interés de una población habituada a desenvolverse con las alternativas nacionales a las firmas y aplicaciones de éxito en Occidente. Tampoco ayudó la formidable competencia de Didi, que copa el 87% del negocio de transporte privado con conductor en China y el 99% en las reservas de taxi, y que cuenta con el respaldo de abanderados de Internet con mucho dinero como Alibaba y Tencent.
*Crédito imagen: Reuters
Universo paralelo
A todo esto hay que sumarle un Gobierno proteccionista, preocupado por la influencia que las compañías extranjeras pueden ejercer en sus ciudadanos, que prima el desarrollo de los players locales, y un sector tecnológico en pleno proceso de eclosión. Así se explica que en China exista todo un universo paralelo de dispositivos y aplicaciones que apenas dejan espacio a las compañías foráneas.
*Crédito imagen: Flickr / Sinchen.Lin El estricto control de la Red también llevó a Google a retirar su motor de búsqueda en 2010, al negarse a aceptar las condiciones de censura de Pekín. En su lugar Baidu, el Google chino como se le conoce en Occidente, es el rey: el 80% de las búsquedas de contenido en lengua china y el 30% del gasto derivado de compras en la Red pasan por el buscador. Amazon, el gigante de las compras por Internet, tampoco ha encontrado su hueco en el gigante asiático. Al igual que sucedió con eBay, la compañía de Jeff Bezos no es rival para Alibaba, el mayor ecommerce del mundo, y que se come tres cuartas partes del negocio minorista en China, de donde procede el 80% de sus ingresos. Apple es hasta la fecha la tecnológica extranjera que mejor ha sabido cautivar a los consumidores chinos gracias al poder de atracción del iPhone. Las ventas de su teléfono estrella, sin embargo, comienzan a caer debido a la saturación del mercado de teléfonos inteligentes en el país asiático, su segunda fuente de ingresos tras Estados Unidos. Además, la irrupción de marcas locales como Huawei, Xiaomi y Oppo comienzan a arañar poco a poco cuota de mercado a la firma de la manzana. Silicon Valley fracasa en la conquista de China *Crédito imagen: Reuters Uber La compañía que dirige Travis Kalanick acordó el pasado lunes la fusión de su filial en China con Didi Chuxing, propietaria de la mayor plataforma de alquiler de coches con conductor del país, y su gran rival en el gigante asiático. Una decisión que llega después de tres años de pelea entre ambas aplicaciones, y miles de millones invertidos en subvenciones a los clientes, que apenas han servido para ampliar la base de usuarios de Uber. Su renuncia a este mercado, donde la firma reconoció a principios de años que perdía 1.000 millones de dólares anuales debido a la "feroz" guerra de precios con Didi, supone también el primer gran paso atrás de la 'start up' californiana. *Crédito imagen: Reuters Amazon Ni eBay, primero, ni Amazon, después, han logrado hacer sombra al gigante del 'ecommerce' Alibaba en China. La firma fundada por Jack Ma, la mayor compañía de comercio electrónico del mundo, aglutina tres cuartas partes del negocio minorista en Internet en el país asiático, de donde procede el 80% de sus ingresos. El apoyo, más o menos directo, del Ejecutivo chino a las empresas locales y los hábitos de una población poco dada a utilizar plataformas extranjeras han impedido que las innovadoras redes de distribución de la compañía de Jeff Bezos, que acaba de entrar en el top 5 de firmas más valiosas de Wall Street, arraiguen en el gigante asiático. *Crédito imagen: Flickr / Baetho Apple La aventura china de Apple es uno de los pocos casos de éxito dentro del sector tecnológico de EEUU. La firma de la manzana ha sabido beneficiarse de la prosperidad de la clase media china, con altos niveles de ingresos y una inclinación por las marcas de prestigio, que han instalado a Apple en el tercer lugar de ventas de 'smartphones' después de los fabricantes locales Xiaomi y Huawei. Sin embargo, la saturación del mercado chino de teléfonos inteligentes, el segundo país que más ingresos reporta a la firma de Tim Cook, amenaza con acabar con la gallina de los huevos de oro. El futuro de Apple en China pasa, según los analistas, por ganar cuota en los segmentos de baja y media gama. *Crédito imagen: Flickr / Democracy Chronicles Facebook China es una obsesión para Mark Zuckerberg. El fundador de la red social, fotografiado sonriente mientras corría por la plaza de Tiananmen en una reciente visita a Pekín, sueña con llevar sus plataformas (Facebook, WhatsApp e Instagram) al gigante asiático que, con 591 millones de internautas y la tasa de penetración de 'smartphones' más alta del mundo, esconde un precioso tesoro. Sin embargo, la férrea censura que rige en el país, que prohíbe el acceso a redes sociales como la propia Facebook y Twitter, y la competencia de WeChat, la aplicación de mensajería más popular de Asia -sólo en China cuenta con 550 millones de usuarios-, complican el desembarco de los de Menlo Park. *Crédito imagen: Reuters Google En 2010, ante las presiones del Gobierno chino para que Google censurara algunas páginas web prohibidas en el país, la compañía decidió retirar su motor de búsqueda. Así se explica que hoy en día, al contrario de lo que sucede en el resto del mundo, Google no disfrute de una posición de monopolio en la explotación de la publicidad online del gigante asiático. En su lugar está Baidu, creado por el chino Robin Li en 2000 con capital de un inversor estadounidense. Alrededor del 80% de las búsquedas de contenido en lengua china y el 30% del gasto derivado de compras en la Red pasan por este buscador, el más popular del país con más internautas del mundo.