Uno de los momentos clave de la evolución del mercado será en septiembre, fecha en la que Apple suele introducir nuevos modelos de iPhone.
Para los inversores interesados en el futuro del mercado de móviles inteligentes tras unos resultados decepcionantes de Apple, los proveedores asiáticos acaban de dar una pista: el sector va a empeorar antes de registrar una mejoría.
Tres proveedores que raramente captan la atención de los inversores -ya que trabajan en un segundo plano en la fabricación de productos que se venden con el nombre de marcas más conocidas- han publicado resultados el martes. Y las cifras auguran tiempos difíciles para los fabricantes de smartphones y otras empresas que prosperaron con la fiebre de los móviles.
Los beneficios de Pegatron Corp., que ensambla iPhones, no alcanzaron las previsiones y la empresa anunció una caída de la facturación en abril del 16%. Los ingresos y beneficios de Minebea Co., que fabrica luces LED para móviles, no alcanzaron sus propias previsiones. Por su parte, Japan Display Inc., proveedora de pantallas para Apple y otros fabricantes, dijo que los beneficios se habían deteriorado tan rápidamente que registrará pérdidas en todo el ejercicio fiscal y tuvo que dar marcha atrás en su promesa de dividendos. Lenovo Group Ltd. contribuyó al pesimismo tras desplomarse en bolsa a un mínimo de cuatro años tras la advertencia de los analistas del aumento de la competencia.
Los fabricantes de componentes asiáticos ocupan los primeros puestos en la cadena de suministros, por lo que frecuentemente suponen una indicación del futuro que depara a gigantes como Apple, Samsung Electronics Co. y Xiaomi Corp. El fabricante deI iPhone aportó pruebas de un deterioro del mercado de móviles inteligentes al anunciar una caída de las ventas en el primer trimestre por primera vez en 13 años. Ahora algunas compañías se enfrentan a tres posibles dificultades: la caída de las ventas, una intensificación de la competencia por cuota de mercado y una reducción de los precios.
“El mercado de los smartphones continuará desacelerándose este año”, dijo Richard Ko, analista de KGI Securities Co. afincado en Taipéi. “La competencia se intensificará y es posible que los precios continúen cayendo”.
Malos augurios
Pegatron y el resto de fabricantes son los ejemplos más recientes de los malos augurios para un mercado que se enfrenta a su mayor desaceleración desde que Apple introdujo el iPhone en 2007. Gran parte del pesimismo se centra en China, que ha sido un motor de crecimiento espectacular y ahora se dirige hacia una caída épica. Los móviles inteligentes ya no son una novedad y la mayoría de las marcas internas se centran en un mercado de precio bajos o medios, donde los usuarios no renuevan móviles con tanta frecuencia como los consumidores de móviles de alta gama como Apple y Samsung.
FIH Mobile Ltd., que ensambla equipos para Sony Corp., Lenovo y Xiaomi, apenas prevé beneficios para el primer trimestre. Los tres clientes registraron una caída de las ventas de móviles inteligentes en el trimestre que finalizó en marzo. Por su parte, Samsung registró un aumento de los beneficios por la venta anticipada de modelos más rentables, aunque el mayor fabricante mundial advirtió de una demanda más débil.
Un rayo de esperanza
Ciertamente no todos auguran un futuro desolador. Los optimistas señalan que regimientos de usuarios en los mercados emergentes -como la India- aún tienen que adoptar la tecnología de alta velocidad 4G, lo que impulsará las ventas. Si bien Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. reconoce las dificultades, la compañía -uno de los principales fabricantes de procesadores para móviles- manifestó su confianza el mes pasado de que dispositivos de gama media, más funcionales y potentes, captará un sector de mercado orientado a los costes en los países emergentes.
El próximo indicador clave de la evolución del mercado será en septiembre, fecha en la que Apple suele introducir nuevos modelos de IPhone. Tradicionalmente la venta de nuevos móviles estimula el mercado durante la temporada de vacaciones y podría ofrecer cierto alivio a los proveedores de microchips y otros componentes de móviles.
No obstante, para eso quedan cuatro meses.