Científicos aseguran que bajo este estado eres más propenso a escribir un e-mail insensible o con un tono enfadado.
Muchas veces estamos tan llenos de trabajo que optamos por salir rápidamente de todos los correos electrónicos que tenemos en nuestra bandeja de entrada. Sin embargo, quizás esta no sería la mejor idea dentro de estos escenarios.
El profesor de Psiquiatría y Medicina del Centro Médico de la Universidad Duke, Murali Doraiswamy, reveló en el medio Wall Street Journal que los correos electrónicos también se puede ver afectados por el estrés, provocando una reacción en su receptor posiblemente muy diferente a la que esperamos lograr.
Cuando redactamos un e-mail bajo situaciones muy estresantes es la amígdala cerebral la que nos mueve, cambiando nuestros patrones de pensamiento. Esta cognición en caliente puede conllevar a decisiones impulsivasya que esta parte del cerebro toma la información como rehén antes de que pueda ser procesada por los lóbulos frontales, donde reside nuestra lógica.
Este descubrimiento fue posible luego que científicos escanearan los cerebros de personas mientras están tomando decisiones. Gracias a estos datos los expertos pudieron determinar, además, algunos sistemas para evitar que se presente este escenario cuando debes enviar un correo.
- Si te ves para una situación de estrés, lo mejor es evitar enviar un correo o hacer una llamada hasta que te sientas más tranquilo.
- Si no puedes esperar, intenta relajarte y encontrar un ritual que te permita calmarte rápidamente. Sólo este paso puede evitar que tu amígdala tome una decisión apresurada.
- Simula estar aconsejando a tu mejor amigo sobre cómo lidiar con la situación. Cuando uno le da consejo a otra persona -según han mostrado los neurocientíficos- tu cerebro automáticamente usa el sistema de cognición en frío.
- Pide consejo a una persona cercana sobre cómo enfrentar el hecho que te genera estrés. Probablemente tendrá una respuesta con menos carga emocional.