Compañía china Proview International Holdings presentó la semana pasada una demanda en el condado de Santa Clara llevando su disputa legal también a Silicon Valley.
Los Angeles/Hong-Kong. La empresa china Proview que trata de impedir que Apple use el nombre iPad ha iniciado ahora una ofensiva contra la compañía estadounidense en su propio hogar, al presentar una demanda en California que acusa al fabricante del iPhone de engañarlo cuando le compró la marca "iPad".
Proview International Holdings, un importante fabricante de monitores de ordenadores que atravesó dificultades durante la crisis económica, ya ha demandado a la empresa estadounidense en varias jurisdicciones chinas y quiere que las ventas del iPad se suspendan en todo el país.
La empresa presentó la semana pasada una demanda en el condado de Santa Clara llevando su disputa legal también a Silicon Valley.
Proview acusa a Apple de crear una entidad "con propósito específico" -IP Application Development, o IPAD- para comprar el nombre de iPad de la misma, ocultando el papel de Apple en el asunto.
En su demanda, Proview describió cómo abogados de IPAD repitieron que no competirían con la empresa china, y se negaron a decir para qué necesitaban la marca registrada.
Las representaciones se realizaron "con la intención de engañar e inducir a los querellantes a aceptar el acuerdo", dijo Proview en su demanda, con fecha de 17 de febrero, donde solicita daños que no especifica.
Apple, que ha dicho que Proview se niega a cumplir un acuerdo que tiene años de antigüedad, no respondió a peticiones de comentarios este jueves.
La batalla entre la compañía asiática poco conocida y la empresa tecnológica más valiosa del mundo se remonta a un desacuerdo sobre qué estaba incluido en un acuerdo para traspasar la marca registrada iPad a Apple en 2009.
Las autoridades de varias ciudades chinas ya han incautado iPads como consecuencia de la disputa legal.
Proview, quien mantiene que la marca registrada iPad en China le pertenece, ha demandado a Apple en varias jurisdicciones del país por infringir una marca registrada, mientras que también trata de evitar la venta en tiendas de la tableta de ciudades chinas más pequeñas.