Revisa las diferentes herramientas disponibles para eliminar datos comprometedores o que simplemente no sean de interés público, pero que estén en línea.
Por Guillermo Tomoyose para Thinkbig. Los excesos en una fiesta de Fin de Año, o las fotos del álbum de graduación son algunos de los tantos momentos que los usuarios se han encargado de recopilar en Internet en esta última década, con la ayuda de las redes sociales, desde computadoras portátiles o de escritorio, teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos.
Así es como los buscadores web se han convertido en un registro histórico al que acuden los curiosos que desean saber más sobre su paso por la Red de Redes. Un recurso útil también para los empleadores que quieran conocer información adicional sobre sus futuros trabajadores.
En un principio, este tipo de consultas comenzó a ser engorrosa en la carrera profesional para aquellos que no habían tomado sus precauciones en el tema de la privacidad.
Otros, por su parte, han quedado rehenes involuntarios en el manejo de los datos que circulan en Internet. Un ejemplo ilustrativo fue el caso del español Mario Costeja, quien hace 15 años quedó “fichado” en un comunicado oficial a consecuencia de un embargo de bienes.
A pesar de pagar sus deudas, el hecho quedó asentado en la red. De ahí que el comunicado oficial del embargo de bienes de Costeja apareciera en los primeros resultados del buscador Google cuando se realizaba una consulta con su nombre.
El asunto derivó en uno de los mayores cambios en relación con la privacidad online. Por esta razón, se le conoció como la persona que llevó adelante el famoso derecho al olvido en Internet.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea reconoció su derecho, y obligó a Google a implementar un procedimiento para que las personas puedan solicitar al buscador, la eliminación de determinados contenidos que afecten su privacidad.
Se trata de un formulario digital, implementado hasta ahora sólo en Europa. De igual forma, el motor de búsqueda, Bing de Microsoft, ofrece un mecanismo similar sobre este tema para adaptarse a las exigencias del Viejo Continente.
Sin embargo, tales requerimientos se limitan a los buscadores, a los servicios online que generan exclusivamente un índice de los contenidos que se encuentran en las diversas plataformas en Internet.
Y precisamente su funcionalidad también forma parte del centro de controversias en diversas demandas legales, presentadas por particulares ante las compañías tecnológicas, que suelen responder que la remoción de los contenidos corre por cuenta de las plataformas disponibles.
Contenidos protegidos y seguros
Para tener un control sobre aquellos contenidos en las redes sociales, tiendas minoristas online, videojuegos y cualquier otro servicio de Internet -que exija un registro con un usuario y contraseña- el sitio Justdelete.me brinda un listado que permite conocer los pasos adecuados para dar de baja una cuenta y todos los temas asociados a ella.
En lo que concierne a Facebook, la red social no proporciona un acceso directo a la hora de eliminar la cuenta, sino que tiene un enlace web que aparece cuando se consulta la sección de ayuda. En este punto, Justdelete.me facilita la URL adecuada para poder quitar el perfil.
Si no es suficiente con quitar una cuenta, un nuevo campo está abierto en torno a estas necesidades, a través de empresas especializadas en mantener la reputación de sus clientes. Entre ellas destacan firmas como Eliminalia.com y Borrame.es.
Al igual que el área de Comunicaciones de las compañías y los agentes de prensa de las celebridades, estas propuestas buscan llevar las herramientas de control de privacidad a los particulares, deseosos de remover el pasado que los servicios online no paran de registrar en el mundo online.
Pero, la privacidad en Internet no sólo se reduce a los resultados en los buscadores, o al hecho de eliminar los perfiles en las redes sociales. Implica, también, un manejo de la información en estos sitios. Así, cada compañía se ocupa en detallar su funcionamiento.
En este sentido, Google ofrece una guía especial llamada “Es bueno saberlo”, con una serie de consejos para ayudar a proteger y mantener la seguridad de todos los datos de los usuarios.
Entretanto Facebook ha creado su manual interactivo, Privacy Basics, mientras que Twitter no se queda atrás y acaba de presentar sus mejoras para evitar acosos y agresiones online, a fin de crear una comunidad más segura.