"Se trata de hacer trabajar juntos a cientos, o miles de científicos, como se ha hecho en física, para conseguir un modelo de cerebro humano", explica Henry Markram, promotor del Human Brain Project que podría ayudar a comprender y a tratar las enfermedades cerebrales.
La simulación de un cerebro humano por computador constituye un ambicioso proyecto para 2023 que los científicos comparan al primer paso en la Luna, la secuenciación del genoma o el gran acelerador del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
"Se trata de hacer trabajar juntos a cientos, o miles de científicos, como se ha hecho en física, para conseguir un modelo de cerebro humano", explica Henry Markram, promotor del Human Brain Project que podría ayudar a comprender y a tratar las enfermedades cerebrales.
"Es el CERN del cerebro", añade el fundador del proyecto Blue Brain lanzado en 2005 en Suiza, en la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
Con una inversión de "varias decenas de millones de francos suizos" y un superordenador Blue Gene, su equipo consiguió al cabo de dos años establecer un modelo del funcionamiento biológico de 10.000 neuronas del córtex de ratas, formando así una unidad de base, la "columna cortical".
Hacía falta el equivalente a un ordenador normal para establecer el modelo de una sola neurona.
"Por eso necesitábamos 10.000 procesadores para 10.000 neuronas. Hoy tenemos 16.000 procesadores, pero ya podemos reproducir unas 360.000 neuronas", declaró a la AFP al margen de una conferencia sobre tecnologías emergentes, celebrada del 4 al 6 de mayo por la Comisión Europea en Budapest.
Una vez en pie las bases, la informática y la construcción de modelos, Markram se asoció a otros equipos de investigadores europeos para ir más lejos: reproducir digitalmente el funcionamiento de los 100.000 millones de neuronas de un cerebro humano.
Esto supone tener un ordenador capaz de hacer 1.000 millones de miles de millones (un 1 seguido de 18 ceros) de operaciones por segundo, costoso en energía (15 megavatios). Por eso los promotores esperan obtener una financiación de "1.000 a 3.000 millones de euros" de la Unión Europea en el marco del Human Brain Project.
"Si conseguimos esta financiación, prometemos suministrar a partir de 2023 una infraestructura capaz de simular el cerebro humano y de hacer simulaciones de medicamentos", asegura Markram al hablar de su proyecto, uno de los seis preseleccionados por Bruselas, que se quedará con sólo dos.
Si no eligen el proyecto Human Brain sería "una tragedia para la sociedad", ya que existen "2.000 millones de personas que padecen enfermedades cerebrales" y "la industria farmacéutica se retiró de las investigaciones sobre el cerebro. por ser demasiado complejas", insiste el neurobiólogo.
Los institutos de investigación académicos pueden hacerlo, dice Markram, que menciona la posibilidad de probar eventuales medicamentos en modelos digitales del cerebro humano que reproduzcan enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, el autismo o la depresión, entre otras. También podría desembocar en progresos en informática y en robótica.
El cerebro digital debe asociarse a un robot virtual que pueda ver, oír y moverse en un entorno imaginario. Pero ¿será consciente?
"En esta fase, todavía estamos lejos de ello", destaca el neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux, responsable de ética del Human Brain Project, pero no descarta que en el futuro se consiga "un organismo artificial con algunos atributos de la conciencia".
La simulación de un cerebro humano por ordenador constituye un ambicioso proyecto para 2023 que los científicos comparan al primer paso en la Luna, la secuenciación del genoma o el gran acelerador del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
"Se trata de hacer trabajar juntos a cientos, o miles de científicos, como se ha hecho en física, para conseguir un modelo de cerebro humano", explica Henry Markram, promotor del Human Brain Project que podría ayudar a comprender y a tratar las enfermedades cerebrales.
"Es el CERN del cerebro", añade el fundador del proyecto Blue Brain lanzado en 2005 en Suiza, en la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
Con una inversión de "varias decenas de millones de francos suizos" y un superordenador Blue Gene, su equipo consiguió al cabo de dos años establecer un modelo del funcionamiento biológico de 10.000 neuronas del córtex de ratas, formando así una unidad de base, la "columna cortical".
Hacía falta el equivalente a un ordenador normal para establecer el modelo de una sola neurona.
"Por eso necesitábamos 10.000 procesadores para 10.000 neuronas. Hoy tenemos 16.000 procesadores, pero ya podemos reproducir unas 360.000 neuronas", declaró a la AFP al margen de una conferencia sobre tecnologías emergentes, celebrada del 4 al 6 de mayo por la Comisión Europea en Budapest.
Una vez en pie las bases, la informática y la construcción de modelos, Markram se asoció a otros equipos de investigadores europeos para ir más lejos: reproducir digitalmente el funcionamiento de los 100.000 millones de neuronas de un cerebro humano.
Esto supone tener un ordenador capaz de hacer 1.000 millones de miles de millones (un 1 seguido de 18 ceros) de operaciones por segundo, costoso en energía (15 megavatios). Por eso los promotores esperan obtener una financiación de "1.000 a 3.000 millones de euros" de la Unión Europea en el marco del Human Brain Project.
"Si conseguimos esta financiación, prometemos suministrar a partir de 2023 una infraestructura capaz de simular el cerebro humano y de hacer simulaciones de medicamentos", asegura Markram al hablar de su proyecto, uno de los seis preseleccionados por Bruselas, que se quedará con sólo dos.
Si no eligen el proyecto Human Brain sería "una tragedia para la sociedad", ya que existen "2.000 millones de personas que padecen enfermedades cerebrales" y "la industria farmacéutica se retiró de las investigaciones sobre el cerebro. por ser demasiado complejas", insiste el neurobiólogo.
Los institutos de investigación académicos pueden hacerlo, dice Markram, que menciona la posibilidad de probar eventuales medicamentos en modelos digitales del cerebro humano que reproduzcan enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, el autismo o la depresión, entre otras. También podría desembocar en progresos en informática y en robótica.
El cerebro digital debe asociarse a un robot virtual que pueda ver, oír y moverse en un entorno imaginario. Pero ¿será consciente?
"En esta fase, todavía estamos lejos de ello", destaca el neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux, responsable de ética del Human Brain Project, pero no descarta que en el futuro se consiga "un organismo artificial con algunos atributos de la conciencia".