Además del HDD y el SSD, destaca entre las tendencias de futuro del almacenamiento, otras como es el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para proporcionar soluciones de vigilancia inteligente.
La demanda de almacenamiento de datos continúa en aumento año tras años y según las previsiones de la consultora IDC, entre 2018 y 2025 se distribuirán en el mercado 22 zettabytes (ZB) de capacidad de almacenamiento, equivalentes a mil millones de terabytes (TB). Esto incluye todas las modalidades de memorias, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes.
El tipo de almacenamiento más frecuente es el HDD -siglas de Unidad de Disco Duro en inglés-, que emplea unidades rígidas de memoria magnética y que también se conoce como disco duro mecánico. Este sistema compondrá el 59% de la capacidad distribuida desde 2018 hasta 2025.
Por detrás se encuentra el almacenamiento flash, que cubrirá el 26% de la demanda de datos a nivel mundial. Este sistema, que funciona a través de impulsos eléctricos, es el utilizado tanto en las memorias USB como en la Unidades de Estado Sólido, o SSD, por sus siglas en inglés.
La barrera del precio. El almacenamiento basado en flash y los SSD son muy atractivos para una amplia gama de aplicaciones gracias a su pequeño tamaño, baja potencia, baja latencia y alto rendimiento. Sin embargo, tienen un precio entre 8 y 10 veces mayor frente al mismo espacio de almacenamiento en HDD, como ha destacado un estudio realizado por la compañía japonesa Toshiba que analiza las tendencias en el sector de cara al 2020.
Para determinados usos, como para funcionar como unidad de arranque para un servidor o una aplicación de nivel 0, el coste adicional puede justificarse. En este entorno de aplicación, en el que se encuentran por ejemplo la industria 4.0 y el Internet de las Cosas (IoT), los discos duros mecánicos probablemente no volverán a considerarse adecuados.
No obstante, en otras aplicaciones, como analítica y el archivo de datos a largo plazo, que requieren capacidades de información muy altas, la barrera del precio entre SSD-flash y HDD es demasiado grande.
Según investigaciones de Toshiba, los HDDs de bajo coste -en configuración RAID10 o en una arquitectura paralela definida por software- superan en operaciones de entrada y salida por segundo (IOPS) a una solución de coste equivalente con unos pocos SSD. Al mismo tiempo, ofrecen tres veces más capacidad de almacenamiento.
Los precios que actualmente separan los sistemas de almacenamiento no apuntan a equipararse en el futuro, según Toshiba, ya que aunque los SSD se han abaratado en los últimos años, lo han hecho en la misma medida que los HDD.
Además, una nueva planta de fabricación de flash tiene un coste de alrededor de US$9.000 millones y requiere entre 18 y 24 meses para su puesta en marcha, lo que supone un obstáculo para mayores reducciones de precio.
El uso del helio, entre las tendencias del futuro. También se espera una mejora en la capacidad de los discos duros mecánicos por unidad en el futuro, de forma que las unidades más grandes de hoy en día ganen durante los próximos años 2 TB adicionales de almacenamiento cada año gracias al uso de nuevas tecnologías.
Entre estas tecnologías se encuentra el uso de helio, que ha permitido hacer más delgados los platos, proporcionando espacio para nueve platos. Es probable que los avances a futuro de esta tecnología nos permitan ver más de diez platos integrados en una única unidad de más de 20 TB.
Otra ventaja del uso de helio es la reducción del consumo de energía. Los discos duros de helio de alta capacidad más eficientes de la actualidad requieren en torno a un 28% menos de energía que sus antepasados equivalentes.
Esto es especialmente relevante para los centros de datos, que pueden llegar a consumir miles de vatios de energía. Los centros de datos consumen actualmente alrededor de 600 TWh de energía cada año, con la expectativa de que este consumo escale hasta alrededor de 1.360 TWh en 2025.
La IA para garantizar la seguridad. Entre las tendencias de futuro del almacenamiento se añade otras como es el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para proporcionar soluciones de vigilancia inteligente.
En este caso, se requiere que las unidades deben soportar un rango de temperaturas de entre 0 y 70 grados y ofrecer al mismo tiempo unos índices de tiempo medio entre fallos sin posibilidad de recuperación (MTTF) excelentes con unos periodos de garantía aceptables.
Los nuevos sistemas de cámaras que ofrecen transmisiones de vídeo de mayor resolución generan más datos, pero la tecnología debe garantizar que estos datos puedan escribirse sin perder secuencias y proporcionar acceso a los datos con el propósito de su análisis con IA y otras aplicaciones de Big Data.
En el horizonte, tendencias como los proyectos de Big Data y la expansión de la IA anticipan que la demanda de almacenamiento continuará creciendo rápidamente durante los próximos cinco o diez años, como concluye Toshiba.