Apple, que no acostumbra a realizar grandes compras, sino que normalmente desarrolla sus propios productos, adquiriría con Beats una marca con imagen propia ya consolidada.
La noticia conocida de que Apple negocia la compra del fabricante de auriculares Beats Electronics ha levantado suspicacias en el sector tecnológico, donde se sospecha que lo que el gigante estadounidense realmente persigue es el negocio de música por suscripción de Beats.
Aunque mundialmente reconocida por sus auriculares de gama alta -cuyos precios, en muchos casos, no bajan de los US$300 por unidad-, Beats Electronics se lanzó a principios de este año al mercado de la música por suscripción con el servicio Beats Music, destinado a competir en un sector en el que Spotify sigue siendo el rey.
Pese al dominio de Spotify -con más de 10 millones de suscriptores en todo el mundo-, Beats Music tuvo una buena acogida en el mercado, y se estima que en los cuatro meses transcurridos desde su lanzamiento en enero ha conseguido unos 200.000 suscriptores.
De confirmarse la adquisición en los mismos términos fijados en la información desvelada por The Wall Street Journal, Apple pagaría hasta US$3.200 millones por Beats Electronics, una cifra muy superior a cualquiera de las compras que la empresa de la manzana mordida ha realizado hasta la fecha, ya que ninguna de ellas ha superado los US$1.000 millones.
Apple, que no acostumbra a realizar grandes compras, sino que normalmente prefiere desarrollar sus propios productos, adquiriría con Beats una marca con imagen propia ya consolidada -por lo que a priori carecería de sentido cualquier rediseño- y cuyo producto estrella (los auriculares) es un periférico alejado del tradicional énfasis de la empresa en el ordenador, el teléfono y el programario.
Todo ello, unido a la progresiva pérdida de liderazgo del iTunes (propiedad de Apple) en el mercado de la música en internet, lleva a pensar que la gran apuesta de la compañía con sede en Cupertino (California) en esta operación es en realidad Beats Music.
El iTunes de Apple, que permite comprar y descargar álbumes y canciones pero no escucharlas en "streaming" como Spotify o Beats Music, ha dominado durante mucho tiempo -y sigue dominando- las ventas de música online, pero cada vez son más los usuarios que pierde y migran a plataformas de música por suscripción.
Ante esta situación, la compañía de la manzana mordida lanzó en junio de 2013 su propio servicio de música por suscripción, iTunes Radio, un producto que no ha logrado encontrar su sitio en el mercado, por lo que Beats Music podría suponer una segunda oportunidad en este campo.
Un informe de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI por su sigla en inglés) indica que el volumen de negocio generado por los servicios de música por suscripción aumentó un 50 % en 2013, hasta alcanzar los 1.100 millones de dólares en todo el mundo, lo que los convierte en el campo con mayor crecimiento de la industria musical.
Las descargas de álbumes y canciones, sin embargo, se redujeron en ese mismo período un 2%.
Beats Electronics, con sede en Santa Mónica (California), se ha servido de los buenos contactos en la industria discográfica de sus dos cofundadores, el productor musical Jimmy Iovine y el rapero Dr. Dre, para lanzar un servicio de música por suscripción muy completo y con posibilidades reales de competir en el sector.
Las singularidades de esta hipotética operación (el tipo de empresa que se adquiriría y la cantidad de dinero que por ella se pagaría) han desconcertado a los inversores en Wall Street, y en la sesión de este viernes en la bolsa de Nueva York, las acciones de Apple han caído un 0,42 %.
Apple, para la que es algo habitual envolver sus actuaciones de una aura misteriosa que logra despertar mucha curiosidad entre los incondicionales de la marca, celebrará del 2 al 6 de junio (dentro de apenas un mes) su conferencia anual de desarrolladores en San Francisco, en la que quizás ofrezca alguna pista más sobre sus planes de futuro en caso de que esta operación salga adelante.