Apple tiene muchos nuevos productos en espera, y podría haber algún tropezón a corto plazo. Pero no está claro si la brillantez de Jobs, como visionario de productos y excelente comercial, se puede heredar.

Santiago. Steve Jobs, cofundador y ex consejero delegado de Apple que falleció el miércoles tras una larga batalla contra un cáncer de páncreas, creó una serie de productos electrónicos, reinventó varias industrias y convirtió a Apple en un gigante de US$350.000 millones.

Ampliamente alabado como uno de los grandes consejeros delegados en la historia, Jobs entregó las riendas de la empresa al veterano director de operaciones Tim Cook en agosto, y muchos analistas creen que la compañía está bien situada para el futuro. Pero su muerte aún plantea muchas preguntas:

¿Puede Apple tener éxito sin Jobs?

Jobs fue famoso, algunos dicen que no en el buen sentido, por mantener un férreo control sobre cada paso del proceso de desarrollo de un producto, desde su concepción a su ejecución: el Macintosh, el iPod, el iPhone y el iPad brillaron todos con su singular sensibilidad de diseño. Aún así, inversores y clientes por igual se han ido acostumbrado por igual a la idea de Apple sin su líder visionario. Desde enero de 2011, cuando Jobs tomó su tercera baja médica y Cook se hizo con el control otra vez, la mayoría de observadores esperaban que Jobs no regresara al trabajo a tiempo completo. Aún así, inversores y clientes continuaban confiando en la compañía.

Apple tiene muchos nuevos productos en espera, y podría haber algún tropezón a corto plazo. Pero no está claro si la brillantez de Jobs, como visionario de productos y excelente comercial, se puede heredar. La tibia reacción a la primera gran presentación de un producto a manos de Cook este martes podría considerarse una señal de advertencia.

¿Qué pasará con el precio de las acciones de Apple?

La salud de Jobs ha sido un tema a seguir por los inversores desde hace años (se le diagnosticó cáncer en 2004), pero no ha impedido que las acciones de Apple se dispararan. El mercado se movió poco cuando Jobs anunció en agosto que dimitía como consejero delegado, y apenas lo hizo en las horas posteriores al anuncio de su muerte el miércoles.

Los mayores factores que afectan a las acciones actualmente son la fiabilidad de su línea de productos iPhone e iPad y cómo la compañía se protege del reto de Google y Amazon.com en el mercado de los smartphones.

Jobs está considerado unos de los mejores consejeros delegados en la historia, mencionado al mismo nivel que Henry Ford y otros gigantes de la historia corporativa de EEUU. Uno de sus logros únicos fue catapultar a Apple al liderazgo mundial no sólo una vez, sino dos veces. Tras cofundar la compañía con Steve Wozniak en 1976 y dar al mundo el Apple II y el Macintosh, se fue de la empresa en un famoso enfrentamiento con el consejero delegado que él había elegido, John Sculley. Cuando Jobs volvió en 1997, la supervivencia de la compañía estaba en duda, pero procedió a transformar radicalmente un fabricante de ordenadores que se estaba quedando obstoleto y llevarlo en una dirección nueva y muy exitosa. Hay pocos ejemplos en cualquier campo de un segundo acto tan brillante.

Mientras tanto, Jobs compró Pixar en 1986, que entonces apenas era más que un experimento en tecnología digital de animación. La compañía se convirtió finalmente en una fuerza arrolladora por sí misma y cuando fue adquirida por Disney en 2006, Jobs se convirtió en el principal accionista del gigante del entretenimiento. De nuevo, hay pocos ejemplos de un consejero delegado que convirtió en un proyecto lateral en una historia de innovación a nivel mundial y un éxito empresarial.

Unos pocos críticos de Jobs dicen que el Macintosh usa tecnología principalmente prestada, y que más allá de eso lo único que Apple ha aportado al mundo es un teléfono de diseño y un reproductor de música mejorado. Pero muchas personas - en el mundo de la tecnología y más allá, creen que su impacto en la sociedad y la cultura ha sido monumental. Llevó a millones de personas a adoptar la tecnología digital, los medios online y las comunicaciones móviles de formas que antes nunca utilizaban.

¿Cambiará Apple bajo la batuta de Cook?

Aunque tanto Cook como Jobs se han ganado la reputación de perfeccionistas exigentes, se considera que es más fácil trabajar con el sucesor de Jobs. Mientras que Jobs tenía mala fama por el trato a sus empleados, múltiples historias le sitúan despidiendo a trabajadores en el ascensor, se dice que Cook es mejor a la hora de forjar consensos.

Cuándo y cómo se transformará Apple bajo su dirección es una pregunta abierta. Pero el éxito de Cook en Apple se debe en gran parte a que comparte muchos de los rasgos de su jefe: demanda la perfección, una atención exhaustiva al detalle y una actitud inflexible en la mesa de negociación.

En los primeros días de Cook, dicen personas conocedoras del tema, su jefe tuvo que intervenir ocasionalmente para conseguir que volvieran a poner en marcha duras negociaciones de contenidos de medios. Pero tras años de exprimir las concesiones a socios de producción en Asia y tres periodos dirigiendo el imperio en ausencia de Jobs, Cook tiene mucha credibilidad, y la confianza en su liderazgo es alta.

¿Quién más es importante en el éxito futuro de la compañía?

El gurú del diseño Jonathan Ives, el jefe de marketing Phil Schiller, y el jefe de software móvil Scott Forstall son los tres más importantes. Schiller sustituyó a Jobs en varios lanzamientos de productos, y ya que Cook tiene un perfil más discreto, Schiller podría ocupar un puesto público más destacado.

¿Cuál será el "próximo bombazo" de Apple?

No faltan especulaciones sobre en qué dirección Cook llevará a Apple y si Jobs ha sentado las bases del "próximo bombazo" de Apple. De momento, los rumores de la industria se centran en algún tipo de intento concertado de remodelar el salón y la televisión. Apple ha recogido frutos en el pasado entrando en industrias fragmentadas y estancadas - sobre todo la música y los teléfonos, y reimaginarlas con innovaciones tecnológicas. Muchos expertos dicen que la televisión y su confuso número de opciones está en su punto para una remodelación al estilo "simple es bonito" de Apple.