La instalación de cultivos en el suelo de Marte es posible. Al menos así lo sugiere la investigación que han llevado a cabo científicos de la Universidad de Wageningen, en Holanda.
Por Pablo Bejerano para ThinkBig. La Humanidad está próxima a pisar Marte. Al menos así lo apuntan algunas voces (entre las que se encuentra Elon Musk, que desde el ámbito privado, encarnado por su empresa SpaceX, ha anunciado que quiere poner un astronauta en el planeta rojo en 2025). La NASA ha señalado 2030 en el calendario como la fecha en que el ser humano podrá pisar la superficie marciana. Y este hito lleva aparejada la ilusión de poder crear colonias humanas en el planeta vecino.
Parece que aún estamos lejos del establecimiento de misiones permanentes en el suelo marciano, pero en todo caso ya se están llevando a cabo experimentos para apuntalar una futurible presencia humana. Una de las investigaciones que se han conducido y cuyos resultados (una parte de ellos) se han presentado recientemente es el trabajo de un equipo de científicos de la Universidad de Wageningen, en Holanda.
Estos investigadores han tratado de evaluar si es posible hacer crecer cultivos en el suelo de Marte y si los frutos de estos serían comestibles. Lo han hecho a partir de una simulación del suelo de marciano desarrollada por la NASA. La organización espacial estadounidense utilizó la información reunida de expediciones al planeta rojo y sus conocimientos técnicos para simular cómo es la composición del suelo allí.
Los científicos de la Universidad de Wageningen han reproducido esta composición y han intentado hacer crecer 10 tipos de cultivos. Por el momento han sacado cuatro variedades de las plantadas y los resultados han sido positivos. Todas ellas han crecido bien y serían comestibles.
Los pretendidos cultivos en el suelo de Marte han sido gisantes, rábanos, tomates y centeno. Ninguno de ellos contiene niveles altos de metales pesados como para que puedan resultar perjudiciales para la salud humana. Así lo han determinado los investigadores tras examinar la composición de los productos.
La superficie del planeta rojo es abundante en ciertos metales, como plomo, cadmio o cobre. De ahí que no se tuviera claro que fuera posible cultivar alimentos en este contexto. Por ahora los resultados han sido buenos, aunque aún queda ver cómo crecen los otros seis tipos de cultivos.
Esta investigación se ha centrado en la composición del suelo, pero sus resultados no se pueden trasladar directamente al planeta rojo. Habrá otras variantes a tener en cuenta, como las condiciones climatológicas o las necesidades energéticas de los cultivos en entornos controlados. Pero lo cierto es que se ha dado el primer paso para facilitar posibles colonias en Marte. Eso sí, primero hay que pisar el planeta.
*Fotografía: Universidad de Wageningen.