Se trata de una de las soluciones que más utilizamos cuando tenemos problemas en nuestros sistemas. Descubre por qué y en qué casos resulta particularmente útil.
Por Gabriela González para Think Big. Parece que todo el mundo sabe muy bien que el primer paso para resolver casi cualquier problema con el ordenador es reiniciarlo. También es el primer consejo que se le da a alguien que te explica que su computador está actuando como no debe. Pero, ¿te has preguntado por qué parece ser que esta es la solución a muchos problemas?
Lo más interesante es que el proceso de reiniciar no sólo resuelve problemas en ordenadores con Windows, sino también con otros tipos de dispositivos y sistemas operativos. ¿Cuántas veces no has reiniciado una tablet o el smartphone, quizás el router y el módem, y hasta el navegador cuando estaba consumiendo demasiada memoria?
Algunos problemas necesitan un reinicio
Es tan simple como esto: algunos problemas (tanto de ordenadores, como de humanos) necesitan un reinicio. Para entender mejor esto, podemos tomar como ejemplo las pantallas azules de la muerte de Windows que suelen ser causadas por errores como un controlador que está dando problemas, o alguna parte del hardware que está funcionando mal. Cuando Windows llega a un punto en el que no sabe cómo recuperarse, muestra la pantalla azul que todos conocemos, trata de recopilar información al respecto y usualmente se reinicia solo. Cuando el sistema operativo comienza a funcionar de nuevo, la pantalla azul se ha ido.
En Windows hay otras formas de reiniciar que no implican cerrar el sistema operativo completamente, sino solo una parte de él. Por ejemplo, desde Windows Vista hasta Windows 8.1, cuando hay un problema con los controladores gráficos, es posible que el escritorio se vea extraño, como si fuese un monitor muy viejo que no está en alta definición. Esto es porque Windows está reiniciando los drivers en el fondo para que vuelvan a funcionar correctamente.
Podría parecer que tiene más lógica que Windows arregle el problema en vez de tener que reiniciar un driver o el sistema operativo entero, pero lamentablemente en muchos casos no puede porque, casi siempre, el problema que apareció hizo que un proceso dejara de funcionar por completo y no hay forma de continúe. Por esto, reiniciar hará que se empiece con borrón y cuenta nueva, y que, con suerte, no vuelva a suceder el mismo problema.
Es lo mismo en el caso de todos los dispositivos electrónicos, un reinicio o reset del sistema se encarga de limpiar cualquier error pendiente y de regresar todo a la normalidad o a su estado inicial, de una manera controlada. Al reiniciarse, el código puede ejecutarse desde cero. Si algo falla críticamente va a necesitar cerrarse para volver a su estado original libre de errores, en el próximo inicio.
Casos comunes en los que el reinicio resuelve los problemas
El sistema operativo está muy lento. Así estés usando Windows o cualquier otro sistema operativo, es posible que te hayas encontrado con un problema común: el ordenador está funcionando muy lento cuando normalmente no es así. Esto puede suceder porque algún programa está usando demasiada memoria, así que se podría resolver usando el administrador de tareas (o Monitor de actividad, si estás en OS X) para mirar y tratar de averiguar cuál es el fallo. Pero, la solución más simple y fácil, tanto para un usuario principiante como para uno experimentado, es reiniciar el ordenador.
El navegador se está robando toda la memoria. Este es un problema común que también se puede resolver con un reinicio. Afortunadamente se puede reiniciar únicamente el navegador en vez de todo el sistema operativo, lo que es un ahorro de tiempo. Esta táctica se puede aplicar también para cualquier otro programa que esté molestando.
Problemas de Internet. Los problemas de conexión a Internet son unos de los más molestos porque tienes que descartar muchas cosas antes de saber qué está pasando. Así que, lo mejor en estos casos es reiniciar el módem y el router para comenzar. También se puede reiniciar el ordenador en el proceso.