Diversos estudios han comprobado que un trabajo del que nos sentimos orgullosos y el cuál esté alineado con nuestros valores y principios, hará que tenga mejores resultados y mayor satisfacción.
Por Ivette de Jacobis. México encabeza las cifras de personas descontentas con su trabajo en Latinoamérica. Según un estudio de Gallup, sólo el 12 % de sus trabajadores están completamente satisfechos con su empleo, 60% desconectados y un 28 % repudia su trabajo.
Las personas aceptan un trabajo por muchas razones y la realidad es que es difícil que sepan al 100% cómo va a ser en la práctica. También hay personas que llevan trabajando un tiempo considerable en una empresa y es importante mantenerlos motivados.
El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi menciona en su libro “Aprender a Fluir” que una de las áreas que más afectan nuestra calidad de vida y bienestar emocional, es el área laboral, no sólo porque en nuestro trabajo pasamos la mayor parte del día, sino porque culturalmente, crecemos pensando y sintiendo que lo que hacemos la mayor parte de nuestro día no es importante ni placentero. Lo anterior afecta en gran parte nuestra visión hacia la vida pues es poco probable que encontremos, bajo este supuesto, un sentido a nuestro futuro.
Si bien podemos decir que es responsabilidad de cada quien buscar trabajar en algo que le guste y para lo que es bueno, los líderes actuales también deben hacer ciertos esfuerzos para ofrecer trabajos donde la gente pueda desarrollarse y crecer. Puede sonar como una tarea difícil, pero te compartimos esta guía para lograr que tu equipo esté motivado y disfrute su trabajo.
Estos son 5 puntos a considerar para hacer que tus colaboradores disfruten su trabajo:
1. Deben sentirse retados
Hay que encontrar actividades que sepan cómo hacer pero que tengan elementos nuevos. Los retos nos hacen estar motivados y querer aprender, nos impulsan a continuar y a buscar nuevas alternativas a los problemas. Cuando no tenemos desafíos solemos estar aburridos, sentirnos cómodos y después de un tiempo desanimados. Busca dar más responsabilidad, pedir que eficienticen algún proceso o busquen nuevas maneras de hacer lo que ya saben hacer.
2. Deben estar a la altura de sus habilidades
Para que una tarea retadora no sea contraproducente, una persona debe tener las habilidades para poder llevarla a cabo, pues de no contar con éstas es probable que lleguen a sentirse angustiados o ansiosos al no poder responder ante ellos lo cual desencadenará en frustración.
En palabras de Martin Seligman (2002), “reorientar el trabajo para poner en práctica cada día las fortalezas y virtudes no solo lo hace más agradable, sino que transforma en vocación una actividad rutinaria o una carrera sin posibilidad de desarrollo”. Reflexiona sobre qué hace mejor cada persona de tu equipo y asegúrate que tenga por lo menos una tarea donde pueda poner esa habilidad en práctica. No importa si se sale de su descripción de puesto, verás que el entusiasmo será evidente para él o ella.
3. Encuentra significado a lo que hacen
Diversos estudios han comprobado que un trabajo del que nos sentimos orgullosos y el cuál esté alineado con nuestros valores y principios, hará que tenga mejores resultados y mayor satisfacción. Una manera de hacerlo es contar las historias de éxito de los clientes para que tu equipo pueda ver cómo su trabajo hace la diferencia en los negocios o en la vida de las personas. Una manera de hacerlo es pedirles que busquen estas historias entre todos y las compartan de esa manera se convierte en una responsabilidad compartida de todos.
4. Fomenta emociones agradables en el día a día
Si te encargas de dar retroalimentación positiva, reconocimientos en público e interesarte por tu gente en lo que es importante para ellos, todos los días sentirán emociones agradables que despierten las ganas para ir a trabajar todas las mañanas. Un equipo que se divierte, que se apoya y se conoce, trabajará mucho mejor y en sinergia. Empieza tú, poniendo el ejemplo para que todos se contagien y tu empresa sea un lugar al que las personas quieran ir a trabajar.
5. El dinero no lo es todo
Si logras crear las circunstancias mencionadas en los puntos anteriores verás que los resultados de tu equipo de trabajo serán diferentes. Muchas veces creemos que la recompensa económica es un motivador importante, sin embargo, estudios de Ed Diener (2008) demuestran que una vez que tengamos nuestras necesidades básicas satisfechas, el dinero pasa a un segundo plano al sentir felicidad y bienestar. Si trabajar para ti es agradable, presenta un reto y la gente siente que puede crecer y desarrollarse, no necesitarás recurrir al dinero para seguir teniendo buenos resultados.
“La clave no consiste en encontrar el trabajo adecuado, sino en hallar mediante una reorientación un trabajo que le satisfaga.”
*Previamente publicado en blog de Ivette de Jacobis. Reproducido con la autorización de Ivette de Jacobis*
Ivette de Jacobis es Directora de Espiral Positiva y Consultora de bienestar emocional, dedicada a crear culturas de trabajo inteligentes y constructivas, implementando nuevos hábitos, sistemas de trabajo y patrones de pensamiento, que mejoren los resultados de la empresa y la calidad de vida de sus colaboradores.
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