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Añaños: "La educación ejecutiva es indispensable para hacer negocios hoy"
Martes, Marzo 29, 2011 - 11:12

En entrevista exclusiva con AméricaEconomía y contados medios internacionales, Carlos Añaños, el CFO de Ajegruoup y alguien que no suele hablar a la prensa, compartió su perspectiva y experiencia como estudiante permanente de management y su experiencia como empresario.

Conseguir una entrevista con alguno de los hermanos Añaños (Ángel,
Jorge, Arturo, Carlos, Álvaro y Vicky) es casi imposible, principalmente
porque, como familia, han acordado mantenerse lejos de la
prensa y los eventos públicos. 

Sin embargo, Carlos Añaños, CFO de Ajegroup, decidió hacer una excepción y conversar con contados medios internacionales, incluido AméricaEconomía, en el marco del Global Alumni Forum del IE Business
School
, donde fue uno de los ponentes. 

Conversamos así con un destacado empresario del Perú, quien tendió el puente entre su experiencia de formación permanente de escuelas de negocios y la que está asociada a su quehacer empresarial en Ajegroup, la empresa de bebidas de su familia que se ha convertido en la una de las compañías peruanas más internacionales del mundo y que con una facturación estimada anual mayor a US$ 1.100 millones, ha logrado conquistar más de 12 mercados, incluidos México, Tailandia y Camboya.

¿Cuál es la formación y el valor que le asigna a la educación en negocios de este empresario, capaz de llevar refrescos hasta los pueblos más inaccesibles -incluso sobre elefantes, como en caso Tailandia? 

A continuación, la primera parte de ésta entrevista, en la que Añaños nos habla de la importancia de la formación ejecutiva. Luego, la entrevista completa, donde este empresario aborda los temas propios del negocio de Ajegroup y la relación entre los hermanos, que aparecerá primero en la edición de abril de AméricaEconomía Perú.

¿Qué tan importante es la educación formal para los altos directivos para mantenerse vigente? 

Siento que es muy importante. El mundo va yendo a una velocidad tan grande que, si nos está adecuadamente preparado o no tienes las habilidades adecuadas para enfrentar un mundo globalizado tan dinámico y tan cambiante, pues tu capacidad de competitividad cada vez va a ser menor.

La  educación ejecutiva es indispensable para hacer negocios hoy. Por eso es tan importante la capacitación y la actualización. En un programa de Alta Dirección en Venezuela, tenía un profesor del MIT que preguntaba si sabíamos sobre Haití. La mitad de los estudiantes contestábamos que no y la otra mitad, que sí sabían. Entonces, su respuesta era “los que saben, preocúpense, porque lo que saben ya no sirve. Y los que no saben, aún tienen oportunidades para aprender”. Yo me quedo con esa escuela, porque este mundo es cada vez más complejo. Y aunque nos da herramientas de comunicación, flexibilidad o integración, tenemos que estar preparados adecuadamente.

Usted en su ponencia decía que aprendió a hacer negocios en la calle, con sus padres. Entonces, ¿cuál es el gran aporte que dan las escuelas de negocios a los empresarios?

Las escuelas de negocios nos unen y nos dan experiencias y vivencias. Yo tuve la oportunidad de hacer el Programa de Alta Dirección en la Universidad de Piura y muchos otros programas que entregan esa gran experiencia vivida en las compañías. 

Las escuelas de negocios están usando mucho la metodología del caso, que nos permite aprender experiencias vivas, de empresas de diversos tipos y que a uno le pueden dar cierta referencia de cómo manejar y cómo actuar en cada uno de los casos. 

Siempre pueden haber problemas diferentes, por ejemplo en el área de recursos humanos o de I+D. Entonces, las escuelas de negocios nos ayudan a entender las diferentes áreas y oportunidades que hay en una empresa y en la vida misma. 

Siento que uno se puede encontrar con temas bastante complejos en la vida real y creo que las escuelas de negocios tienen esa gran responsabilidad de unirnos a los hombres de negocios, y ayudarnos a hacer las cosas más fáciles. 

¿Qué estudios de caso recuerda que más le haya impactado o que haya podido usar en su propio negocio?

Para mi beneficio, los temas de desarrollo humano, recursos humanos. Porque son los más sensibles y los más difíciles de entender. Porque no es lo mismo trabajar con una máquina Hi Tech que con una persona. A la máquina le puedes configurar tus parámetros de acuerdo a tus habilidades, pero en el caso de las personas no hay parámetros. 

Los casos que me acuerdo, de manejo de recursos humanos en las mineras, en las empresas creativas, en las de tecnología, tratan cómo cada uno de los perfiles se tiene que adaptar, y yo le doy mucho valor a ello. 

Decimos que nuestra empresa es rica porque trabajamos con líquidos, gases y sólidos, entonces los tres estados de la materia dan cierto grado de complejidad, y creo que las personas son aún más complejas, porque es ahí donde están los retos, las emociones, los puntos de vista, las divergencias, las oportunidades y también los problemas. Por eso esos temas para mí son importantes.

Pero no voy a despreciar ni dejar de tocar las otras áreas, hay que hablar de operaciones o de administración, finanzas. Tenemos que trabajar en conjunto. 

Y con respecto al networking, ¿cuál es la importancia de lo que hace ahora el IE y como lo hacen también otras escuelas?

Una de las riquezas es que nos ayuda a integrarnos a los ex alumnos en el aprendizaje. Porque uno aprende de los profesores y también de los compañeros. Un compañero de estudios trabaja en un área y otro en otra. Y esta experiencia vivida en el IE, pues me parece maravillosa. 

No había tenido la oportunidad de conocer el caso de éxito de Saga Falabella, el cual me siento orgulloso de oír. Y creo que estas actividades nos ayudan y nos acercan a lo que está pasando. ¡Y a qué velocidad va el mundo de los negocios!. Uno no puede ser experto en todo, pero los foros ayudan a ese acercamiento entre las escuelas y los hombres de negocios. 

¿Cuáles han sido los principales obstáculos que ha debido enfrentar en los últimos años? 

Una compañía motivacional nos hizo una charla sobre motivación y fuerza durante unas 8, 10 horas, y la prueba terminaba en que te ponen unas brasas al rojo vivo y tienes que pasar descalzo por encima. Y te guían a un estado de emoción tan alto, que no te sale ninguna ampolla. 

En el programa, más de 2 mil personas de la compañía tenían que pasar descalzas sobre las brasas, y yo tenía que pasar por ellas para dar el ejemplo, como líder. Y recuerdo una anécdota: cuando iba a pasar, decían “no, espera, que este es el jefe así que tenemos que avivar el fuego”. Y metían más aire hasta que salía fuego. Le pedí a mi mujer que me tome fotos y se puso tan nerviosa que no tomó ni una.

Ese programa a mí me ayudó mucho. Porque al inicio sí tuve temor, pero me tuve que atrever. Yo envié un mensaje en Youtube que incitaba a la gente a atreverse. El mensaje –que fue muy exitoso- está orientado a mi gente, más que a la gente de Youtube. 

Y traspasando a la compañía, ¿cuáles fueron los obstáculos más importantes?

Nos hemos equivocado muchas veces, hemos cometido muchos errores. Pero los errores los vemos como grandes experiencias. Con el agua Cielo hemos fracasado 6 veces. Lo hice mal 6 veces. Lanzábamos y no se vendía, probablemente porque hicimos mal el packaging, las botellas estaban mal diseñadas, o las etiquetas, o el precio. Y teníamos la opción de tirar la toalla o tomar el reto y hacer un cambio. Y sigo peleando, porque lo importante es ser perseverante. Los obstáculos son miles.

Autores

Mariana Osorio, desde Lima