Michael Page, multinacional inglesa del área de reclutamiento, ve la facturación subir 60% con el aumento de las contrataciones en América Latina.
Muchos ejecutivos han perdido el sueño debido a la falta de profesionales calificados -problema que viene del crecimiento económico de Brasil en los últimos años-. Pero hay que disfrutar el momento delicado para la facturación. “Nadie puede reclamar. Estamos en un mercado excepcional”, dice Patrick Hollard, presidente de la subsidaria latinoamericana de Michael Page, multinacional inglesa del sector de reclutamiento.
La buena racha en una actividad como la de contratación, se calcula por el número de personas contratadas. Marzo, por ejemplo, fue el mejor mes en estos términos desde que la empresa se instaló en Brasil, “ a pesar del carnaval”, explica el francés.
Michael Page comenzó a actuar en la región en 2000 y, hoy en día, cuenta con 400 funcionarios en Brasil, distribuidos en 14 oficinas, más allá de otros 250 en México, en Argentina y en Chile. Hasta el fin de este año se pretende inaugurar una oficina en Colombia.
Según Hollard, los planes para el Brasil son de abrir entre tres y cinco nuevas plazas. Con ese desempeño, la subsidiaria brasileña ocupa la tercera posición entre los mejores resultados en el grupo, atrás de Inglaterra, Francia y Australia, que se dividen el segundo lugar. Además, desde Janeiro el país lidera los negocios de América Latina.
La explicación para el crecimiento en la región, especialmente en Brasil, es muy simple. La economía ha crecido a buenas tasas, los índices de desempleo están en caída constante.
Gracias a ese conjunto de factores, Brasil es uno de los principales destinos de inversión para nuevos proyectos, el que mueve bastante el mercado de trabajo. El año pasado, Michael Page de Brasil negocio 6,5 mil contratacicones, en una media entre 500 y 600 por mes. La subsidiaria de México reclutó de 120 a 150 profesionales por mes en el mismo periodo.
De la facturación del grupo en la región -R$100 millones en año pasado, o 60% del incremento sobre la receta de 2009-, 75% viene de negocios en Brasil, 15% de México y el restante es dividido entre Argentina y Chile.
A pesar de la buena recha, Hollard alerta sobre los los riesgos de la escasez de mano de obra en Brasil: “Los árboles no crecen en Brasil ¿Hasta dónde vamos a llegar con la falta de profesionales, el aumento de los salarios y el incremento del costo de la vida?”. De un año para acá, dice el ejecutivo, los salarios en el país subirán de 20% a 30%.
En el caso de las vacantes para el sector del petróleo y el gas, las remuneraciones se duplicarán en los últimos 12 meses. Un buzo en aguas profundas, que trabaja en plataformas de petróleo en alto-mar, puede ganar de R$ 20 mil a R$ 25 mil por mes (US$ 12,00 y US$ 15,00 por mes).
Los buenos salarios y la falta de profesionales calificados para el área ha dado lugar a que las empresas de reclutamiento busquen candidatos en lugares con más tradición en la actividad petrolera, como Huston (EUA) y Dubai (Emiratos Árabes Unidos).
Si la demanda continúa en la proporción actual, acredita Hollard, el próximo sector que va a sufrir con la crisis de mano de obra será el de la minería.
El ejecutivo da otro ejemplo que comprueba cómo se ha comportado el mercado de trabajo brasileño. Según él, de cada diez ofertas de empleo que pasan por Michael Page, ocho resultan en una contraoferta por parte del empleador. Esto, de acuerdo con él, muestra lo difícil que ha sido mantener a los funcionarios.
Lado Negativo
El aumento de los salarios ha generado un problema en las más grandes oficinas de reclutamiento, como Michael Page. ¿Como explican las multinacionales, por ejemplo, que un brasileño puede llegar a recibir el doble del valor del bono de pago que obtiene un ejecutivo inglés? Recientemente, Hollard tuvo que intermediar conversaciones entre la subsidiaria brasileña de un barco europeo y su matriz para explicar el motivo del pago de bono tan alto en el país. “Se percibe, el fin de las cuentas, que sería más barato traer 30 expatriados para Brasil”, cuenta.
El interés por la buena racha del mercado de trabajo brasileño y los salarios inflados son tan grandes que Hollard recibe, alrededor de diez currículos de extranjeros por día, interesados en migrar en busca de empleo, buen salario y beneficios. “Desde la crisis hay menos vacantes en Estados Unidos y en Europa, en comparación con Brasil”, explica Hollard.
El ejecutivo de Michael Page, así como otros especialistas del área de carreras, teme del futuro de Brasil. “Si el país quiere ser uno de los top 5 de la economía mundial, tiene que invertir mucho en el área de educación. De lo contrario, no demorará mucho para que su crecimiento se vea comprometido. Hay urgencia en el asunto, porque el retorno de ese tipo de inversión lleva cinco a diez años. Pero la necesidad es inmediata”, evalúa.
Más allá de las necesidades de invertir en la formación de los profesionales, Hollard evalúa que el gobierno debiera continuar tratando de enfriar la economía. “Brasil debe tener una ventaja de, al contrario de los países europeos, mirar siempre hacia el futuro, no retroceder. Pero sin una planificación de largo plazo, puede ser más difícil sustentar ese crecimiento”, afirma. Y, en ese caso, la enmienda puede ser más penosa que la enfermedad.