Según los expertos, la gastronomía y construcción en Perú; la minería en Chile, y la biotecnología en Argentina, serían algunas de las mejores áreas para iniciar un negocio tras la crisis financiera.
La crisis financiera no sólo dejó millones de desempleados a nivel mundial. También afectó o derechamente redujo los puestos de trabajo, dejando sin oportunidades laborales a miles de profesionales. Y aunque para muchos, la debacle financiera a estas alturas vaya en franca retirada, lo cierto es que las muestras de reactivación laboral siguen siendo débiles.
Ante esta realidad, muchos emprendedores han optado por iniciar sus propios negocios. Pese a que en varios países de América Latina aún se sienten los devastadores efectos de la crisis, según los expertos, son varios los sectores que en naciones como Chile, Perú y Argentina, continúan siendo auspiciosos para emprender.
En el caso de Perú, Juan Mauricio Noriega, profesor del Centro de Desarrollo Emprendedor de la Universidad Esan, sostiene que áreas como la gastronomía y construcción han incrementado sus ganancias tras la crisis.
"Uno de los sectores que está presentando un notable crecimiento es el sector de la gastronomía. Cada restaurante que inicia operaciones en Perú, dependiendo del mercado al que se dirija, registra en promedio crecimientos en las ventas de mes a mes del orden del 20%", dice el experto. "La construcción también es un sector dinámico que presenta una interesante opción de emprendimiento en el país", agrega.
En cuanto a los servicios, Noriega sostiene que los que mayor dinamismo han demostrado son los referidos a transporte ejecutivo, turístico y escolar. "Estos servicios, en la medida que sean brindados de manera óptima, pueden consolidarse no sólo en las capitales de los países, sino también en las provincias", dice.
Según el experto, estas áreas son auspiciosas debido, principalmente, a tres factores: son los temas aspiracionales de la población, que cada vez tiene mayor poder adquisitivo; buscan cubrir las demandas de una sociedad cada vez más exigente en calidad de productos y servicios; y representan la política del gobierno, en lo referido a demostrar al mundo las virtudes del país.
"En tal sentido, existe un compromiso por desarrollar estos negocios, hacerles seguimiento, dar facilidades de financiamiento, y promover políticas de participación en eventos internacionales", explica.
En Argentina, en tanto, Juan Martín Rodríguez, director ejecutivo Naves de IAE Business School, señala que áreas como la bio y nanotecnología pueden ser muy rentables para los emprendedores. Actualmente, la biotecnología es usada especialmente en agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, medioambiente y medicina, y desarrolla en un enfoque multidisciplinario que involucra varias disciplinas y ciencias. Mientras, la nanotecnología es el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control, la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a nano escala.
Sin embargo, pese al auge que estos sectores han experimentado en territorio argentino, lo cierto es que, según Rodríguez, las oportunidades a la hora de iniciar un buen negocio existirían en todos los campos, siempre y cuando los emprendedores realicen una buena gestión y administración de los recursos.
"Si bien se percibe una tendencia a la creciente aparición de proyectos de los campos de la bio y nanotecnología, no pueden predefinirse sectores como recomendables para emprender en Argentina, dado que suelen existir oportunidades en todos los rubros siempre y cuando exista un equipo adecuado y un modelo de negocio apropiado para aprovecharlas”, asegura.
Cristián Willatt, director ejecutivo de la Red de Inversionistas Ángeles coincide con Rodríguez al afirmar que en el caso de Chile, no existirían sectores recomendables para iniciar un negocio, ya que siempre hay oportunidades, tanto en mercados nuevos o maduros. "Lo importante es que el mercado ofrezca posibilidades reales de escalamiento", dice.
No obstante, el experto especifica que los sectores en que el país posee know how y ventajas competitivas, como la minería, agroindustria y el sector forestal, son buenos para partir sondeando oportunidades. "Estas industrias permiten validar comercialmente los modelos de negocios, consolidándolos a nivel local, para luego pensar en el escalamiento internacional", sostiene.
A juicio de Willat, en Chile también pueden encontrarse oportunidades en industrias establecidas con clientes descontentos o desatendidos. "Un nuevo tipo de cadenas de farmacias con precios más bajos que la competencia y mejor calidad de servicio podría competir con grandes cadenas, atendiendo a clientes insatisfechos con los altos precios y la mala atención de la oferta actual chilena", dice.
Por último, los especialistas señalan que en el país que sea, las tres características que determinarán el potencial de un proyecto serán siempre el grado de innovación, tanto en productos como en procesos; el nivel de escalabilidad, y las posibilidades de internacionalización.
Conocer el negocio y a los clientes, requisitos fundamentales. Para los expertos, contar con habilidades y fortalezas en el producto o servicio que se lanzará al mercado, son requisitos básicos que los emprendedores deben contemplar al momento de comenzar un negocio desde cero.
"Conocer el negocio y al cliente objetivo son primordiales. Muchos de los nuevos emprendimientos se caen por desconocer el perfil del cliente y aspectos claves como cuánto se puede pagar por este producto, qué características de color, diseño, empaque, debe tener; o en qué zona debe estar ubicado, entre otros", dice Noriega.
El experto de la Universidad Esan recomienda a los nuevos empresarios ser flexibles en la atención, poseer una amplia cartera de productos, desarrollar la capacidad de entender y aceptar a los clientes y ser, ante todo, profesionales a la hora de dar trabajo a los familiares. "Cuidado con caer en la trampa de la empresa familiar, referida a darle trabajo a los familiares bajo la creencia de que son de confianza. Todo debe ser un tema profesional y si se habla de confianza, ésta debe residir en el nivel profesional que la persona trae al negocio", advierte.
Willatt, en tanto, aconseja a los emprendedores preguntarse continuamente en qué tipo de negocio quieren participar y qué capacidades desean desarrollar. "Usualmente, las empresas nuevas enfrentan, de manera simultánea, problemas de estrategias coherentes, ventajas competitivas, empleados talentosos, controles adecuados e información clara y oportuna. Dado que los emprendedores pueden enfocarse sólo en uno o dos problemas a la vez, entonces deben distinguir los aspectos críticos de los dolores de cabeza normales del día a día", afirma.
Finalmente, el director ejecutivo de la Red de Inversionistas Ángeles de Chile aclara que los tres aspectos básicos que todo emprendedor debe analizar no sólo al comenzar un negocio sino también durante su crecimiento, son definir los objetivos personales, establecer una estrategia clara y analizar si ésta es implementable en términos de recursos e infraestructura.
“Mientras el gerente de una gran empresa tiene la responsabilidad de maximizar el valor de la empresa y los accionistas, los emprendedores construyen compañías para satisfacer sus objetivos personales, y de ser necesario, buscar inversionistas con objetivos similares, que compartan su visión. Si las aspiraciones están claras, entonces deben definir el tipo de empresa que quieren construir en términos de sustentabilidad y tamaño, y analizar y aceptar los riesgos y desafíos que ello implica”, concluye.