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Clima de negocios en México, Ecuador y Colombia: ¿Brillará el sol este año?
Jueves, Febrero 7, 2013 - 13:49

Aunque los expertos consultados advierten desafíos y cambios que se deben mejorar, también indican que el entorno macroeconómico y de negocios está distante del ambiente de crisis que se vive en otras latitudes.

Una severa y persistente crisis ha golpeado fuerte al mundo desarrollado y, pese a que en un primer momento se temió un contagio hacia los países de América Latina, hasta ahora no ha pasado de ser una amenaza. 

Las economías de la región continuaron creciendo, algunas incluso a tasas sorprendentes como Perú o Chile, que en 2012 tuvieron expansiones en torno a 6,3% y 5,6%, respectivamente. No obstante esas cifras, que son de excepción, el escenario también fue, es y se prevé favorable en otras naciones del subcontinente. 

Por ejemplo, si de buenos números se trata, y aunque el PIB del año pasado habría avanzado menos de 4%, Colombia registró una Inversión Extranjera Directa (IED) de US$ 16.684 millones, con un aumento anual de 10,9%. Por otra parte, la actividad de México tuvo un incremento de alrededor de 4% y la de Ecuador lo hizo cerca de 4,5%. 

Pero, como eso fue en 2012, MBA & Educación Ejecutiva conversó con tres analistas que describen el presente y proyectan 2013 en relación al ambiente para hacer negocios en México, Colombia y Ecuador.

Ecuador: Optimismo, pero con desafíos pendientes

“Coincido con las previsiones de organismos internacionales en cuanto al crecimiento económico de Ecuador, que tienden a ser positivos y a otorgarle cierta ventaja relativa respecto a otros países de la región”, expone Gabriel Rovayo, director general del IDE Business School, aludiendo al 4,5% anticipado por la Cepal para el año en curso. Sin embargo, advierte que el guarismo puede variar según la trayectoria de los precios internacionales del petróleo, bananos, cacao, flores y camarones, además de la entrada de remesas y el nivel de inversión pública, que tiene una tendencia al alza.

Explica que 2013 es un año electoral en Ecuador, donde la primera vuelta está fechada para el 17 de febrero y el balotaje para el 7 de abril. “Todo año de elecciones genera expectativas”, enfatiza.

Con todo, manifiesta que el escenario de negocios mantendrá el mismo tenor. Es decir, habrá más rigurosidad en la “carga impositiva a ciudadanos y empresas, regulación de las utilidades de la banca privada, fomento al emprendimiento, apoyo a las Pymes y desarrollo de leyes antimonopolio”. Relata, asimismo, que habrá transformaciones en la matriz productiva, la que ahora estará enfocada en cinco industrias definidas como estratégicas y que son refinería, astilleros, petroquímica, metalurgia y siderurgia.

Acerca de la Inversión Extranjera Directa en Ecuador, que llegó a US$ 600 millones el ejercicio pasado, Rovayo consigna: “no se espera un cambio significativo de la tendencia por la desaceleración en la IED del sector petrolero, derivada de los cambios de la modalidad contractual de participación a prestación de servicios. Esto moderó la inversión de las empresas privadas del área y aún no ha tenido respuesta de igual nivel sólo con los recursos de inversión pública”.

Destaca que, para estimular los negocios y la creación de empresas en Ecuador, se requieren mejoras en la burocracia para la constitución y liquidación de compañías, además de elevar la “seguridad jurídica”, ya que, por décadas, ha sido constante la variación de sistemas, de modelos y de políticas públicas. 

“Lo importante es saber con qué marco legal e institucional se contará en los próximos años, con el fin de que los empresarios puedan planificar su operación, sus montos de inversión, sus modelos de negocios y sus estructuras de costos”, finaliza.

México: Economía estable y democracia en desarrollo 

Didimo Dewar, académico y coordinador de posgrados de negocios de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP), califica el panorama en México como positivo y “mejor al que enfrentan otras naciones del mundo”, refiriéndose a la situación de crisis en Europa. La expansión del PIB, a su juicio, se ubicará entre 3% y 4% en 2013, donde la cifra final, enfatiza, dependerá de dos factores. Uno dice relación con la continuidad de la recuperación de Estados Unidos y el otro con el desarrollo del mercado interno, así como del aprovechamiento de los tratados de libre comercio.

“Veo una economía estable. Veo una democracia en desarrollo (…) Esas condiciones me parecen favorables”, complementa, aunque advierte que la inseguridad, derivada de la existencia de los violentos carteles del narcotráfico, es una amenaza que afecta a la IED.

A pesar de lo anterior, prevé que la Inversión Extranjera Directa “seguirá creciendo”. Según Dewar, estos recursos llegarán fundamentalmente de Estados Unidos, España y Holanda, con las industrias manufacturera, metalmecánica y automotriz como protagonistas.

De todos modos, detalla que para fomentar el surgimiento de nuevos negocios son necesarios algunos cambios en la normativa. “Tenemos que ver reformas en ciertas leyes para hacer mucho más atractivo al país”, dice. Entre las modificaciones sugiere la laboral -que está en marcha- y mayores facilidades para la IED, junto con avanzar en materia de infraestructura.

También distingue un contexto positivo para las Pymes, debido a la creación de un organismo de apoyo. “Miro con muy buenos ojos que muchas universidades, públicas y privadas, están trabajando fuertemente en estimular que sus alumnos, básicamente egresados, opten por abrir negocios”, añade. 

Colombia: Modelo eficiente para atraer capitales

Recientemente, la actividad en Colombia ha tenido algún grado de moderación. Mauricio Hernández, economista del BBVA Colombia, señala que esa tendencia podría persistir durante el primer semestre del ejercicio en curso, sobre todo en lo que tiene que ver con inversión privada. “Este componente tendrá ciertas barreras al alza provenientes de la lenta recuperación industrial, la cual no se consolidaría antes de fin de año”, asevera. Al contrario, afirma, el consumo de los hogares retomará dinamismo de la mano de un bajo desempleo, las menores tasas de interés y la iniciación de un nuevo ciclo de aumento de los bienes durables. 

Con ese diagnóstico, estima que el Producto observará un incremento de 4,1%, previsión que, no obstante, está condicionada a una “ejecución elevada de obras civiles”, variable que podría ver un crecimiento de 10% en opinión del analista. Además, consigna que un elemento final que apoya el pronóstico es la “normalización de la producción de petróleo, hasta alcanzar un nivel superior al millón de barriles por día al culminar el año”.

Ahora bien, al ser consultado por el ambiente para hacer negocios, destaca los crecientes niveles anotados por la IED y la reducción de las primas de riesgo, que son similares a las que registran naciones desarrolladas y emergentes avanzadas. De igual modo, valora el crecimiento de las clases medias, así como del ingreso per capita y de los grados de bancarización y formalización laboral. Pese a ello, comenta que aún “quedan retos por delante en materia social”. 

En cuanto a seguridad, asunto que hasta hace unos años complicaba al país, plantea que en la última década hubo grandes progresos. “Sin esas mejoras no hubiera sido posible todo el avance minero y energético que ha tenido Colombia desde mediados de la década anterior”, manifiesta. De hecho, dice que se mantendrá la expansión de la inversión en esos campos, la que irá acompañada del ingreso de recursos en los rubros retail y financiero, que están en plena consolidación. 

Con todo, explica que la institucionalidad para fomentar la inversión externa existe, que es eficiente y que, incluso, la reciente reforma tributaria disminuyó los impuestos sobre los retornos de la inversión de portafolio de origen foráneo del 33% al 14%. Sin embargo, sugiere “establecer una mejor regulación del sector minero, con planes de explotación claros y con licencias ambientales bien diseñadas, la cual podría basarse en el exitoso modelo de subastas de los campos petroleros. Esto incentivaría la inversión externa en el área de minerales sólidos y reduciría la minería ilegal”.

Autores

Claudio Reyes R.