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Colegios "sin filosofía" en Chile: dos latinos analizan sus implicancias
Martes, Agosto 30, 2016 - 15:14

Guido Larson, docente del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo y César Guadalupe, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico de Perú desmenuzan lo que podría ser una realidad en los próximos años en Chile.

Molestia causó la semana pasada en el mundo académico chileno la propuesta de estructura curricular para los dos últimos cursos de la secundaria (3° y 4° medio) que divulgó la Unidad de Currículum y Evaluación del  Ministerio de Educación, y que en palabras sencillas relega la materia “filosofía” de obligatoria a electiva en los próximos años.

Bajo este escenario, y si bien es una propuesta que debe ser analizada por variados organismos, quisimos preguntarle a dos académicos latinoamericanos, uno de Chile y otro de Perú, las implicancias que podría conllevar este cambio a nivel educacional y su impacto en los estudiantes.

El ministerio de Educación está planteando la idea de sacar como ramo obligatorio Filosofía. Sin embargo, parte de sus contenidos serían abordados en la cátedra de Educación Ciudadana, entre otros temas. ¿Qué tan beneficioso es esto, sabiendo que hay temas de esta rama que no se resuelven como un agregado de una clase?

Guido Larson, docente del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo: La filosofía no puede desarrollarse en base a agregados o en función de cápsulas subordinadas a otra asignatura. La razón es que hay una progresión necesaria que hay que recorrer en el fomento del pensamiento filosófico, cuestión que evidentemente se altera en el intento de conjugar dos temáticas distintas. Más aún, uno infiere que habrá ciertos aspectos de la filosofía que quedarían de lado. Pues bien, ¿cuáles serían aquellos? ¿Qué criterios se ocuparán para determinar qué cabe abordar en una cátedra de Educación Ciudadana y que no? Esto presupone, por parte del MINEDUC, un criterio de valoración sobre las distintas ramas de la filosofía (epistemología, lógica, metafísica, ética, entre otras) que no parecen ser otra cosa que pura arbitrariedad. Lo que se observa son varios vacíos analíticos en la toma de decisión. No sólo no quedan claras las razones de la eliminación, sino que tampoco se explica el criterio metodológico u operativo para determinar los elementos filosóficos que quedarían insertos en esta otra cátedra. Más aún, uno esperaría una definición de lo que la misma filosofía es, porque eventualmente los diagnósticos (si es que existen) parten de premisas equivocadas.

César Guadalupe, profesor e investigador de la Universidad del Pacífico de PerúHay una preocupación fundamental por fortalecer la formación ciudadana, que es esencial para la vida de las personas. Obviamente, el tema de formación ciudadana tiene un contenido no solo legal, formal y patriótico, sino también filosófico. Tiene que ver con la necesidad de entender la naturaleza de las personas como seres humanos iguales, la dignidad de las personas, de dónde viene la estructura de derechos y deberes que tienen los seres humanos en una sociedad democrática y moderna. Claro está que todo eso no engloba al curso de filosofía, pero los temas de filosofía tampoco se agotan en una sola materia.

Estoy seguro que en el país “x”, dónde haya un curso de filosofía, probablemente éstos se han estado concentrando en historia de pensamiento filosófico o en temas básicos de epistemología, pero probablemente los temas de estética hayan sido ignorados.

¿Qué es lo que nos interesa que los chicos tengan al final de la escuela? ¿un conocimiento de materias o un conjunto de capacidades? y ¿cuáles son las capacidades que queremos reforzar? Esa es una primera parte.

- ¿Qué tan importante es esta cátedra en la malla curricular obligatoria?

Larson: Es necesario hacer un reconocimiento. En la experiencia práctica muchas de las cátedras de la filosofía son, en realidad, cátedras ligadas a la historia; esto es, a describir lo que tal o cual pensador del pasado dijo en un momento determinado. En ese contexto, uno podría encontrar razones para cuestionar la filosofía, en tanto pasaría a ser un apéndice de la Historia. Pero, estrictamente hablando, la filosofía no es descripción. La filosofía es ejercitar la capacidad de razón y de evaluar argumentos sobre una variedad casi infinita de temáticas. Los filósofos particulares evidentemente sirven de ilustración, pero la importancia radica en que se fomentan maneras de pensar diversa, reflexivas, críticas, razonadas y fundamentadas. La filosofía desanima los argumentos de autoridad y los dogmas. Incentiva la suspicacia, la curiosidad y el cuestionamiento a asuntos que nos pueden parecer obvios, pero que, cuando se les aborda con seriedad y sistematicidad, nos pueden reflejar cosas que no son evidentes; todo esto con vistas a obtener principios aplicables a la vida en sociedad.

Guadalupe: En el caso peruano, este año se aprobó un nuevo currículo en la educación básica regular que da el salto completo que el Perú inició hace 20 años. Es un enfoque de enseñanza por competencias, donde las materias pierden sentido como materia y son subsidiarias al desarrollo de las competencias complejas que el sistema debiera lograr.

Desde ese punto de vista, una cátedra de filosofía, o una de matemática, de arte o de ciencias sociales, todas ellas pueden contribuir de distintas maneras a la construcción de esas competencias generales.

Lo bueno en el proceso curricular chileno, es que estos cambios no se dictan hoy para implementarse mañana, sino que este cambio del curso de filosofía, por ejemplo, es parte de una secuencia de cambios que empezó hace algunos años, y que tienen una lógica general. Y para serte sincero, es en la implementación de los cambios curriculares donde se juega el verdadero partido.

- ¿Qué desventajas traerá en la enseñanza de 3 y 4 medios (secundaria) la salida del ramo de filosofía del currículo obligatorio de los estudiantes?

Larson: La desventaja inmediata es la de desarticular un cimiento sólido en la capacidad de razonar, argumentar y debatir sobre dilemas absolutamente cruciales para la vida moderna. Ocasionalmente se piensa en la filosofía como una disciplina anacrónica y desanclada de los 'problemas actuales'. Pero eso es desconocer el desarrollo actual de la disciplina, donde hay espacio para preguntar sobre multiplicidad de temas profundamente coyunturales, desde nuestra relación con el medio ambiente, hasta la incidencia de la tecnología en la vida individual; desde los deberes ciudadanos en una comunidad política, hasta las preguntas sobre la consciencia y la inteligencia artificial.

La “salida” de la filosofía también desincentiva la capacidad de construir argumentos claros; y ciertamente no contribuye a la práctica imprescindible de hacer las preguntas correctas.

Guadalupe: Si yo fuera profesor de colegio de secundaria y la autoridad nacional me dice que no usaré más el curso de filosofía, yo probablemente mantenga, en el curso de física, algunas cosas de cosmología y resuelvo la mitad del problema. En algún curso de ciencias, mantendré cosas de epistemología y resuelvo la otra mitad.

En el caso chileno todavía la currícula está organizada por ramas, materias o cursos. En el caso nuestro se está dando un proceso de transición hacia una organización más por competencias.

Considero que podemos lograr un pensamiento crítico y una conciencia sobre la complejidad del mundo y del conocimiento, desde un curso de filosofía o desde un curso de ciencias sociales, y puedo desarrollar competencias ciudadanas también desde distintos lados.

- ¿Qué tan afectado se verá el pensamiento crítico y la reflexión, que son la base para el desarrollo personal de una persona?

Larson: Si hay dos áreas que la filosofía recoge como propias son las áreas de pensamiento crítico y reflexión. El primero no debe entenderse como una tendencia a criticar o cuestionar todo, sin orden y sin objetivo.

La filosofía fomenta el pensamiento crítico a partir del desarrollo de la lógica, esto es, el correcto uso del entendimiento y la razón para poder conformar argumentos. Y esto tiene incidencias de toda naturaleza: políticas, porque una ciudadanía crítica puede observar errores o problemas en el raciocinio de las autoridades; sociales, porque fomenta la tolerancia y el disenso bien construido; e incluso económicas, porque - como decía el afamado filósofo Will Durant - a veces haciendo la pregunta correcta tenemos el 50% de la respuesta. Y tal vez asuntos como el desempleo o el crecimiento, no debieran comenzar con "cómo mejoramos las tasas de empleabilidad, o cómo aumentamos el crecimiento", sino por qué debiéramos preocuparnos socialmente por el desempleado, ¿únicamente por un asunto de utilidad o instrumentalismo? O ¿porque hay 'deberes' que las sociedades deben enfrentar?; o ¿por qué asociamos 'crecimiento' únicamente a aspectos de orden económico? ¿Hay facetas de la experiencia humana que requieran de crecimiento también? etc.

Guadalupe: Si yo creyera que el pensamiento crítico sólo se desarrolla en el curso x, finalmente ese pensamiento no se desarrollará en los alumnos.

El pensamiento crítico es una habilidad, una competencia que debe desarrollarse en la física, en las matemáticas, en la psicología o en la materia que sea. Uno puede reflexionar críticamente sobre la materia que desee.

Esta propuesta no se condeciría con el desarrollo de la carrera de Pedagogía en Filosofía en las distintas universidades del CRUCH materializado en los procesos de acreditación y de innovación curricular?

Larson: Parecería que esto no sólo es contradictorio, sino que reflejaría cierta improvisación. Porque si la filosofía no es obligatoria, la pregunta es qué tipo de pedagogo cabe formar para que esté en posición de enseñar una cátedra confusa y amalgamada como sería 'Educación Ciudadana'. ¿Pedagogía en Educación Ciudadana? Lo central acá no es tanto el desacuerdo con la decisión, sino que ni siquiera sabemos - por ahora - por qué estamos en desacuerdo porque no ha habido argumentos que expliquen la eliminación ni un debate al respecto. La crítica hoy es intuitiva y apela a la valoración en sí que se le entrega a la filosofía. Pero aún falta saber las razones. Y si éstas no se encuentran o no se articulan, no solamente reflejan negligencia, sino, paradojalmente, falta de formación filosófica.

Imágenes | Flickr

Autores

Fernando Zúñiga