El déficit de profesionales y técnicos TIC llega a más de 70.000 personas, según un estudio de ACTI y AIEP de 2014.
Un estudio realizado por ACTI y AIEP en 2014 reveló que el déficit de profesionales y técnicos TIC en Chile llega a más de 70.000 personas. A esto se le debe sumar la brecha de capital humano especializado que existe actualmente en el sector, debido a la distancia que se produce entre las herramientas que entrega la academia y lo que necesitan las empresas.
Sin embargo, pese a que actualmente existen las mejores condiciones de la historia para estar en las TIC (adopción masiva a nivel de las personas, fuerte penetración en empresas de todo tamaño, ejes de crecimiento y desarrollo: movilidad, cloud, redes sociales, big data), la industria no está recibiendo el tipo de profesional que requiere para enfrentar los desafíos del futuro.
Para Marcelo Román, gerente general de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), los problemas asociados que impulsan el déficit de la industria TIC en el país se relacionan a temas de cantidad y calidad. “En cantidad hay un tema estructural en términos de las preferencias de los actuales estudiantes. Nuestra educación es mucho más orientada al área humanista y en un país que se está tornando al desarrollo tecnológico no se ve un alineamiento. Por su parte, en calidad está el tema de las condiciones en las que llega, en términos de competencia, un egresado a las empresas, que no siempre son las que se requieren, teniendo las empresas que invertir en capacitación, situación que demora el desarrollo de las industrias y del país”.
En ese sentido, el especialista hizo un llamado a generar competencias en temas más vinculados a la matemáticas y la lógica, para tener una mayor propensión de profesionales que quieran estudiar carreras ligadas a las tecnologías.
Rodrigo Herrera, director de la escuela de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) de AIEP, aseguró que los profesionales que hoy están saliendo no solo tienen una empleabilidad alta sino que también un nivel de renta muy atractivo.
Competencias: habilidades blandas y duras
El gerente general de ACTI alude a que el profesional actual requiere de competencias que posiblemente años atrás no estaban en el mapa. Habilidades que tienen que ver con el análisis de datos, capacidad de adaptar la tecnología a modelos de negocios en específico y personas que no solo estén pensando en el desarrollo tecnológico sino también en la aplicación y los problemas que resuelve.
A esto se le deben sumar habilidades más blandas como la capacidad de manejo de equipos y el desarrollo de lenguajes que posiblemente en algunas instituciones de educación no se están enseñando, debiendo los profesionales aprenderlos en las empresas para las cuales trabajan.
¿Más especialización o experiencia?
En cuanto a las especialidades, la industria tiene el desafío de ir creando más especialidades con competencias distintas a las que tenía posiblemente antes un profesional que salían de las carreras.
“Hoy se les pide una visión más integral de los negocios para darle viabilidad a los proyectos que están realizando y que sean aceptados por el mercado”, dijo Román.
Sin embargo, la experiencia no está siendo muy valora. Y es que como dijo el ejecutivo de ACTI, no existe una forma clara de medir la experiencia técnica. “Puede que haya profesionales con mucha experiencia técnica pero no tienen el rango profesional que la empresa está solicitando, por lo tanto, pasan a un segundo plano en los procesos de selección”.
Para resolver este problema, el director de la escuela TIC de AIEP, planteó la necesidad de tener una alineación de la academia con la industria, para que ambos sectores puedan tener una conversación más fluida en cuanto a requerimientos se refiere.
Es por eso que la escuela está incentivando a las nuevas generaciones a estudiar carreras tecnológicas y está adhiriendo al estándar internacional SFIA (Skills Framework for the Information Age) el cual entrega una visión estandarizada para la definición de habilidades profesionales que necesitan las personas que trabajan en el sector tecnológico .
“La idea es que egresados de esta escuela puedan cumplir con las competencias profesionales globales de la industria TI”.
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