La disponibilidad de buenos profesionales, los numerosos incentivos fiscales y el bajo nivel de salarios ha convertido a Rumanía en el contexto perfecto para muchas startups y compañías del sector de las nuevas tecnologías.
Por Miguel A. Perez para Think Big. Más de 8.000 empresas, algunas de la talla de Microsoft, Adobe, Dell, Oracle, Ubisoft o Intel, se han ido instalando en los últimos años en la periferia de Bucarest, Rumanía. Según parece, la disponibilidad de interesantes incentivos fiscales y la elevada oferta de buenos profesionales ha convertido este país en un polo de atracción para las multinacionales de las nuevas tecnologías y un espacio de oportunidad para el desarrollo de startups.
Actualmente, Rumanía está considerada como el primer país de Europa y el sexto del mundo en porcentaje de especialistas informáticos, con un total de 64.000 profesionales según datos de la consultoría de tecnología Gartner. Con esta oferta de profesionales y las condiciones socioeconómicas de este país, muchos expertos aseguran que Bucarest podría convertirse en pocos años en un competidor de la talla de Silicon Valley, California.
A pesar de que el incremento de la demanda ha elevado los honorarios profesionales, los 1.200 euros netos mensuales de un informático rumano están todavía muy por debajo de los 4.000 euros que pueden llegar a cobrar sus homónimos europeos. Cómo podréis imaginar, esta es otra de las poderosas razones por las que muchas de estas multinacionales han decidido instalar sus centros de desarrollo en la futura cuna de la tecnología europea.
De hecho, las empresas que ya se han instalado en el país valoran muy positivamente la relación calidad precio de los profesionales rumanos. Manel Ballesteros, director de la compañía francesa de nuevas tecnologías SII Romania, resalta que la buena preparación de los profesionales rumanos, su grado de profesionalización en constante crecimiento y sus conocimientos de idiomas extranjeros los convierten en un valor añadido a la hora de geolocalizar sus instalaciones.
Por otro lado, el gobierno rumano ofrece desde 2012 una importante reducción de lascargas fiscales de entre el 15 y 50 por ciento a las empresas que contraten a un mínimo de 200 personas en un periodo de tres años, con el objetivo de captar inversión extranjera en el país. Una iniciativa que ha disparado la demanda de especialistas en nuevas tecnologías y que está generando dificultades a muchas empresas de contratación ante la escasez de profesionales. Las prometedoras expectativas laborales de uno de los países más pobres de la Unión Europea han llevado a muchas compañías a tener que repatriar profesionales rumanos en el extranjero e incluso contratar profesionales cualificados de países vecinos comoMoldavia y Bulgaria.
Lo cierto es que a pesar de que la industria informática apenas supuso un 1,1 por ciento del PIB rumano en 2009, el pasado año se triplicó este porcentaje y las exportaciones de servicios informáticos alcanzaron los 1.400 millones de euros. El fundador de la empresa informática de antivirus Bitdefender, el rumano Florin Talpes, asegura que actualmente su compañía exporta el 98% del total producido y que el hecho de que sea el segundo país de origen de ataques informáticos, ha convertido este a Rumanía en un paraíso de hackers que han contribuido a posicionar su fama de buenos informáticos.
Mientras el gigante estadounidense Oracle cuenta ya con una plantilla de 2.200 informáticos rumanos, empresas de software como Luxoft cuenta con 800 profesionales en plantilla e incluso multinacionales de la banca como el Deutsche Bank planea contratar a medio millar de profesionales para su centro global de tecnología en Bucarest. ¿Nos encontramos ante la futura cuna de la tecnología europea para el desarrollo de startups?