Un módulo de conectividad y procesamiento permite añadir a estos vehículos las capacidades smart, como la recogida de datos y la conexión con la "nube" para analizarlos.
Por Pablo G. Bejerano para Think Big. El próximo gadget inteligente tal vez esté alejado de los móviles, los relojes y otros wearables. Más bien puede que tenga relación con los coches. Al menos es el modelo que ha mostrado Ford en la pasada edición del Mobile World Congress. Junto a sus automóviles, donde se podían probar los sistemas de infotainment de la compañía, había una bicicleta capaz de recopilar datos sobre su actividad para después enviar toda la información a una plataforma en la nube.
Las bicicletas inteligentes podrían estar más cerca de lo esperado. Y entre las compañías candidatas a erigirse como proveedoras de esta tecnología se encuentran los fabricantes de coches. Ford lo ha puesto de relieve en el MWC de Barcelona, donde ha presentado una bicicleta eléctrica equipada con una serie de sensores y un módulo para procesar información.
La compañía la ha llamado MoDe:Me y la ha vestido con una tecnología a medio camino entre los sistemas de infotainment que se están popularizando entre los coches, por un lado, y los wearables, por el otro. Y es que los sensores recogen una serie de datos relativos a la velocidad, la aceleración e incluso la temperatura y la altitud que los convierten en una fuente de información.
Si una pulsera inteligente registra la actividad cardíaca del usuario, los pasos que da al día y otros datos, las bicicletas inteligentes hacen lo propio con ellas mismas. Toda la información que recogen va a parar a una plataforma en la nube creada por Ford, con el fin de facilitar la movilidad. Se trata de practicar un análisis y devolver información útil al usuario, como cuáles son las mejores rutas o de qué manera puede ahorrar tiempo.
Ford ha presentado dos modelos, ambos plegables y con un diseño sofisticado. En lo que refiere a la vertiente energética, estas bicicletas inteligentes cuentan con un motor de 200 vatios propulsado por una batería de 9 amperios-hora, capaz de aportar asistencia eléctrica para velocidades de hasta 25 Km/h.
Además, la compañía ha desarrollado una aplicación para smartphone que proporciona navegación paso a paso a los usuarios de sus bicicletas, gracias a un sistema original de comunicación. El ciclista se coloca una especie de casco con bluetooth, que se sirve de tecnología háptica, vibraciones, para avisar al usuario de las direcciones que tiene que tomar.
Está previsto que las bicicletas inteligentes se integren en el plan de movilidad smart de Ford. La idea de la compañía es que los datos que recojan se sumen a los que envíen los coches y el transporte público. De esta forma se podría mejorar el tráfico en las ciudades, con los beneficios que esto conlleva tanto para quienes trabajan con sus vehículos como para los habitantes de la urbe en general.
Ford no pretende construir aplicaciones para tratar la información. Esto se lo deja a los desarrolladores. Su contribución consiste en ofrecer la plataforma, donde confluirían todos los datos procedentes de distintos vehículos, con el fin de poder procesarlos en conjunto. Una herramienta así presenta grandes oportunidades, pero para ello deberá ser adoptada masivamente, algo que aún queda lejos.