El sistema se basa en la emisión de ondas sonoras de alta frecuencia que crean la sensación de tacto en un objeto flotante, pero invisible, en el aire.

Por Ana Gaona para Mediatelecom Agencia Informativa. Si no me acuerdo no pasó, si no lo siento, no existe. Bajo esta premisa, un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, ha creado un sistema de realidad virtual llamado UltraHaptics, el cual consiste proyectar hologramas hápticos en el aire que pueden ser tocados y manipulados en el mundo físico.

Un sistema de realidad virtual que incluya los sentidos del tacto, vista y oído creará una experiencia mucho más inmersiva, aseguró Ben Long, director del proyecto, a News Scientist.

El sistema se basa en la emisión de ondas sonoras de alta frecuencia que crean la sensación de tacto en un objeto flotante, pero invisible, en el aire. Cuando el sonido golpea la mano, las fuerza de las ondas ejercen presión sobre la piel, despertando el sentido del tacto.

Para crear formas completas, el equipo de Long añadió un sensor Leap Motion al sistema para seguir la posición exacta de las manos del usuario sobre los objetos virtuales.

Si se sabe dónde están las manos en relación con las proyecciones, significa que el sistema será capaz de dirigir las ondas sonoras en el lugar y frecuencia correctas para producir la sensación de tocar distintas partes del objeto, por ejemplo, la parte superior, un costado o la base. Con esto se crea la impresión de explorar la superficie de un objeto mientras se mueven las manos en un espacio vacío.

La realidad virtual, sin este sistema háptico, se siente como un sueño; puedes verlo, creer que estar ahí, moverte, pero no puedes sentir el ambiente, aseguró Sébastien Kuntz de I’m in VR, un grupo de desarrolladores de esta tecnología en Paris. Francia. “Sólo puedes verlo, pero hay ningún feedback”.

Entre los objetos virtuales que se han construido con UltraHaptics están diversas esferas y pirámides. “Parecen estar vibrando suavemente en el espacio”, aseguró Long. Sin embargo, sus detalles físicos aún están muy limitados; el uso de más altavoces pequeños (que proyectaran a su vez más ondas sonoras) mejoraría la resolución de los objetos.

En ese sentido, Kuntz asegura que las formas no tienen que ser 100 por ciento perfectas para evocar una verdadera experiencia inmersiva, “incluso si hay discrepancias, el cerebro sabrá distinguir lo que ve e interpretará la imagen en su conjunto”.

Por ahora, Long y su equipo ya se han encargado de contactar a las empresas interesadas en esta tecnología para el desarrollo de aplicaciones comerciales. En el campo de la medicina, por ejemplo, UltraHaptics ayudaría a los doctores a examinar la forma y tamaño de un tumor detectado por una tomografía; en los museos, los visitantes tendrían la oportunidad de sentir y examinar piezas las arte o vestigios de las colecciones, aún cuando éstas permanezcan a salvo detrás de los cristales.

El proyecto será presentado en la conferencia internacional de tecnología interactiva, SIGGRAPH, a realizarse en China este 3 de diciembre.