El tema ha cobrado trascendencia en el país, toda vez que los drones han sido ampliamente utilizados por la sociedad civil en actividades cada vez más visibles.
El gobierno argentino ha puesto el ojo sobre los drones, aeronaves no tripuladas que han cobrado notoriedad en el último tiempo tanto por su capacidad en materia militar como también para el esparcimiento.
La administración de la presidenta Cristina Fernández reglamentó una ley sobre la materia, a partir de una resolución que establece varias restricciones para el uso de dichos aparatos.
La normativa, fijada este miércoles mediante la resolución 527 de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), cuenta con cuatro artículos y un anexo que contempla otros 35 artículos.
Según la resolución, quien aspire a operar un vehículo aéreo pilotado a distancia o un sistema de vehículos aéreos similares "deberá contar con una autorización expedida" por el organismo mencionado.
El tema ha cobrado trascendencia entre los medios del país, toda vez que los denominados drones han sido ampliamente utilizados por la sociedad civil en actividades tales como la cobertura de espectáculos musicales o, incluso, para gastar bromas.
Por ejemplo, el 14 de mayo pasado, durante un cotejo entre los clubes de fútbol Boca Juniors y River Plate, por la Copa Libertadores, aficionados del primer equipo lograron entrar un drone al campo de juego, con una bandera con la letra B, en alusión a que en la visita en 2011 el conjunto rival había descendido de categoría.
Ese hecho fue un escándalo más dentro del partido que se debió suspender luego de que aficionados locales agredieran con gas pimienta a los jugadores de River Plate.
Ahora, la ANAC, si bien resolvió en el anexo mencionado excluir de la normativa a "los vehículos pequeños (hasta 10 kilos de peso vacío) con fines deportivos o recreativos", igualmente advirtió que en esa categoría no se encuadra el uso de los aparatos para la fotografía o filmación no consentida de terceros o de sus bienes o pertenencias, la observación, intromisión o molestia en la vida y actividades de terceros, y la realización de actividades semejantes al trabajo aéreo.
Además, los drones "no podrán operar en zonas densamente pobladas o donde haya aglomeración de personas ni en horario nocturno", de modo que en esta ciudad, con sus cuatro millones de habitantes, resultará difícil usarlos Quien desee hacerlo, deberá obtener un permiso especial de la ANAC.
Otro de los requisitos que fijó el organismo aeronáutico es el vinculado a la distancia para la operación, que prohíbe su uso a más de 43 metros de altura.
En otro orden están los requisitos de los responsables de los aparatos que deberán ser mayores de 21 años, tener un certificado de aptitud psicofísiológica que se deberá renovar cada dos años, y contratar un seguro por los daños que se pudieran ocasionar a terceros.
"La utilización de drones para tomar imágenes aéreas se convirtió en una moda que deberá reformularse para mantenerse dentro de la legalidad. Es que el gobierno nacional impuso una virtual prohibición al uso de este tipo de aparatos pilotados a distancia", se quejó el portal noticioso local Infobae.
Por su parte, la agencia estatal de noticias, Télam, informó que "la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) reglamentó la utilización de drones e impuso requisitos obligatorios que incluyen exámenes psicofísicos y controles de alcoholemia para quienes quieran operar estos vehículos aéreos no tripulados".
En marzo pasado, la agencia había adelantado que Argentina construiría drones para defensa, iniciativa que tendrá un costo de 2.095 millones de pesos (US$238 millones).
Así lo dispuso el gobierno del país sudamericano al publicar en el Boletín Oficial la decisión administrativa 1/2015 por la cual se aprobó un "contrato relacionado con el Proyecto Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) Clase II, Clase III y Tecnologías Habilitantes para Blanco Aéreo de Alta Velocidad", entre el Ministerio de Defensa y la empresa estatal Invap.
La prensa local subrayó que a través de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), el gobierno de Cristina Fernández tenía un proyecto para la producción estatal de drones destinados a la comercialización en el mercado, pero el proyecto SARA es una propuesta que no estará orientada a los consumidores.
"El objetivo es construir dos tipos de drones, los clase II y clase III, para su uso en proyectos de defensa o patrullaje", dijo entonces Infobae.
A través de distintas etapas, la iniciativa prevé una duración de 54 meses, en los que se incluye la construcción de los prototipos, a lo que seguirá una segunda etapa, ya para la producción en serie.
La norma remarcó además que "el desarrollo tecnológico es uno de los objetivos del gobierno, en tanto considera que hace a la Defensa y la Seguridad de la República el encarar y ejecutar proyectos de equipos, sistemas y tecnologías aplicadas a operaciones y actividades que desarrollan las Fuerzas Armadas".
Además, mencionó que "resulta de interés del Estado Nacional el desarrollo de la industria de alta tecnología que permitirá el abastecimiento no sólo del mercado local, sino también la apertura de nuevos mercados para la exportación de productos de alto valor agregado".
En ese marco, el Ministerio de Defensa e Invap han desarrollado los requerimientos operacionales proporcionados por la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército argentinos respecto a vehículos aéreos no tripulados y de blanco aéreo "que contribuyen al mejoramiento y progreso del Sistema de Defensa Nacional".
El Proyecto SARA comprenderá un Prototipo Operativo Clase II, Clase III y Tecnologías Habilitantes para Blanco Aéreo de Alta Velocidad.