Rolls-Royce se une a la guerra por el “coche volador” o VTOL. De cara a 2020 espera poder comercializar su propuesta híbrida, de momento en fase de concepto.
Por Antonio Sabán para ThinkBig. Después de la revolución que el coche eléctrico está suponiendo y va a suponer próximamente, el “coche volador” parece que será lo siguiente. Si entrecomillamos es porque, tal y como hemos explicado en alguna ocasión, los coches voladores (de momento, VTOL) nunca tendrán aspecto de coches, siendo más bien drones gigantes o helicópteros renovados. Rolls-Royce no quiere dejar pasar la oportunidad y ha mostrado su concepto en el Farnborough International Airshow 2018, una importante feria aeronáutica.
Además de por sus míticos coches, la compañía británica destaca por sus poderosos motores para aviones, y por ello su concepto tiene bastante de creíble. La comercialización, según Rolls-Royce, se produciría a partir de 2020, y se propulsaría gracias a seis motores híbridos que también intervendrían en el proceso de elevación y aterrizaje, el paso más característico de este tipo de vehículos.
From personal transport to public transport. Find out how our hybrid electric vertical take-off and landing (EVTOL) concept could pioneer the power of tomorrow https://t.co/6NLn3NjBqT #FIA18 pic.twitter.com/PIEtfQOAsC
— Rolls-Royce (@RollsRoyce) 15 de julio de 2018
Pero lo verdaderamente impresionante es que este VTOL o “coche volador” permitiría viajar a 400 kilómetros por hora, la misma a la que suelen volar los helicópteros, con una autonomía máxima que también sorprende: 800 kilómetros. Frente a la media hora de carga de los VTOL eléctricos, Rolls-Royce emplea una turbina de combustible. La batería es cargada por esa turbina, y desde ese momento el motor funciona de forma eléctrica, de ahí el factor híbrido. La cabina tendrá una capacidad para 4/5 asientos.
Habrá que estar pendientes de qué logran desarrollar finalmente. Otros grandes actores han hecho cosas similares y prometido mucho, pero, de momento, seguimos con las mismas dudas de siempre. No es que los “coches voladores” no puedan existir, de hecho ya lo hacen. El problema será integrar estas estructuras en el día a día de ciudades y espacios abiertos, para lo que hará falta una regulación extremadamente complicada (algo que evidencia el caso de los drones).
Es decir, incluso con grandes rebajas en precio, los vehículos de aterrizaje en vertical lo tendrán muy complicado para circular masivamente. Lo que Rolls-Royce anuncia de momento es que será compatible con los helipuertos y aeropuertos actuales, que no es poco pero tampoco suficiente para triunfar.