Esta sonda se acercará a la roca espacial durante el próximo 14 de febrero, para llevar a cabo medidas y observaciones científicas más precisas de su atmósfera.
La sonda Rosetta se acercará a tan solo seis kilómetros de su cometa el próximo día 14 de febrero, lo que permitirá llevar a cabo una serie de medidas y de observaciones científicas para tener un conocimiento más preciso en particular de su atmósfera.
La Agencia Espacial Europea (ESA) presentó hoy el programa de esa fase de máxima aproximación al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que se producirá a las 12.41 GMT, cuando Rosetta sobrevolará la región llamada Imhotep.
Matt Taylor, uno de los científicos de la misión, explicó que ello permitirá hacer observaciones "únicas", en concreto medidas de alta resolución de la superficie a diferentes longitudes de onda o muestras de la atmósfera.
La sonda ya pasó a 26 kilómetros del 67P el pasado martes y ahora se está alejando hasta situarse a 140 kilómetros el sábado, día a partir del cual dará un nuevo giro para su aproximación.
Rosetta se colocará sobre las regiones más activas del cometa y eso debe ayudar a los científicos a entender las relaciones entre la fuente de actividad observada y la atmósfera.
Se va a prestar especial atención a la búsqueda de zonas en las que los gases y el polvo se alejan rápidamente de la superficie, así como a la evolución de esos componentes a mayores distancias del cometa.
Rosetta sobrevolará el 67P con el sol directamente por detrás, lo que eso supone que se podrán tomar imágenes sin sombra. La superficie del cometa es muy oscura y sólo refleja un 6 % de la luz que recibe.
El próximo agosto es cuando está previsto que el cometa -al que Rosetta acompaña en su viaje- alcance su punto de mayor proximidad al sol.