El presidente de News Corporation creó su cuenta el último día de 2011 y ya suma más de 23 mil seguidores.
Santiago. El presidente de News Corp., Rupert Murdoch, estrenó una cuenta en Twitter en las últimas horas de 2011, un año en el que la red social se llenó de comentarios sobre su relación con el escándalo de escuchas telefónicas del periódico News of the World.
Hacia las 17.00 GMT de este domingo, la cuenta oficial @rupertmurdoch acumulaba más de 23.000 seguidores, que pudieron leer una decena de tuiteos del empresario de 80 años.
"Feliz 2012. Que sea mejor de lo que predicen todos los expertos. ¡Tiene que serlo! Hay que cambiar todo para crear empleo para todos, especialmente los jóvenes", escribió Murdoch en su primer mensaje.
El presidente de News Corporation, que no ha dado su respaldo por ahora a ninguno de los aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos, envió, sin embargo, un mensaje de simpatía con el congresista por Texas Ron Paul.
"Gran editorial en el Wall Street Journal hoy sobre Ron Paul. Su mensaje libertario tiene un gran atractivo", señaló este sábado.
Murdoch también opinó que la biografía sobre el fallecido fundador de Apple, Steve Jobs, es "interesante, pero injusta", y que "su familia debe odiarla", y expresó su "orgullo" por la película "The Descendants", de su productora Fox Films.
"Su estrella George Clooney merece un Óscar, y quizá también la película", indicó el empresario, que mostró además su entusiasmo por otra cinta, "We bought a zoo".
La entrada de empresario en Twitter alegró, entre otros, al presentador británico Piers Morgan, ex editor de News of the World y testigo reciente en el proceso de las escuchas telefónicas, que hoy presenta un programa de entrevistas en CNN.
"Esto va a ser fascinante... Bienvenido a Twitter, mi antiguo jefe @rupertmurdoch", tuiteó Morgan.
El poderoso empresario australiano se vio obligado a pedir perdón el pasado julio ante el Parlamento británico, a raíz del escándalo que obligó a cerrar su exitoso tabloide News of the World y que mermó la credibilidad de su conglomerado mediático, el segundo mayor del mundo.