En la pelea por el mercado de los smartphones hay una tendencia cada vez más grande a favor de la empresa surcoreana.
Apple anunció la semana pasada que sus ventas del iPhone crecieron 6,6%, lo que da un total de 37,4 millones de unidades vendidas en el primer trimestre del año.
Esto podría sonar como una buena noticia en Cupertino, si uno no mirara las mismas cifras para el caso de Samsung. Según Reuters, un reporte proveniente de Corea del Sur asegura que el gigante surcoreano aumentó su cifra de ventas de 60 millones a 70,7 millones en el mismo período. Esto significa que no solo han crecido más que Apple, sino que en realidad lo han hecho más que sus tres grandes competidores combinados. Y además, de todos los fabricantes de smartphones más fuertes del mercado, Apple es el único que ha perdido cuota de mercado el año pasado.
Apple podrá seguir señalando sus extensos márgenes de ganancia, a pesar de que ya no son tan saludables como solían ser. El iPhone es un dispositivo top, pero Samsung está creciendo al vender aparatos más baratos. La cantidad también importa, porque Apple no solo compite contra Samsung sino contra otra gran cantidad de fabricantes que utilizan el sistema operativo Android y que también buscan llamar la atención de los desarrolladores de aplicaciones.
Si la reciente tendencia se mantiene, los desarrolladores se comenzarán a preguntar si compensa seguir creando aplicaciones para distintos sistemas operativos, si uno está estableciendo un dominio claro por sobre todos los demás.
Hay algunos puntos a favor para Apple. Primero, los usuarios de iPhone siguen utilizando sus teléfonos más intensamente que sus contrapartes de Android y son significativamente más leales a su marca, lo que permite pensar que Apple puede poner más usuarios a su favor si da con el producto exacto.
El periódico Wall Street Journal reportó recientemente que Apple ya está trabajando en un iPhone más barato que podría ser lanzado más tarde en el correr de 2013. Eso parece un movimiento acertado, pero es apenas una muestra más de cómo Apple ya no es el único definidor de la agenda en el mercado de los smartphones.
Por primera vez, pareciera que la empresa está corriendo de atrás.