La nave de la ESA ya aterrizó sobre la superficie del planeta rojo, no obstante, se desconoce si llegó en buenas condiciones.
Un módulo espacial europeo aterrizó el miércoles sobre la superficie de Marte en lo que científicos esperan marque un importante hito en la exploración del planeta rojo, aunque aún no están seguros de si llegó en buenas condiciones a la superficie.
Naves espaciales más antiguas de Europa y Estados Unidos en órbita enviaron información del descenso de la sonda, pero luego la transmisión se interrumpió, generando dudas sobre el estado del módulo Schiaparelli.
"Está claro que no son buenas señales", dijo Paolo Ferri, dijo el jefe de operaciones de la ESA.
Sin embargo, la parte primaria de la misión -poner en órbita de Marte a la nave principal para buscar señales de vida en el planeta- fue un éxito, dijo la Agencia Espacial Europea (ESA).
La sonda Schiaparelli, con forma de disco y de 577 kilos, está probando tecnologías para un vehículo explorador que llegará en 2020, afirmó la ESA. Añadió que habrá más información disponible el jueves, después que los científicos hayan tenido la oportunidad de analizar la información de la nave principal.
El módulo de aterrizaje fue bautizado en homenaje a Giovanni Schiaparelli, el astrónomo italiano que en 1877 comenzó a cartografiar la topografía de Marte. Schiaparelli forma parte del programa europeo-ruso ExoMars, que busca señales de vida pasada y presente en Marte.
Este representa el segundo intento europeo de aterrizar una nave en Marte, después de que el módulo británico Beagle 2 fue expulsado de la nave Mars Express en 2003, pero nunca hizo contacto luego de no lograr desplegar sus paneles solares en el aterrizaje. En el momento la situación fue descrita como "un fracaso heroico".
El aterrizaje en Marte, el vecino de la Tierra ubicado a unos 56 millones de kilómetros de distancia, es una tarea muy difícil que ha frustrado la mayoría de los esfuerzos de Rusia y también ha dado problemas a la NASA.
Un entorno aparentemente hostil en el planeta rojo no ha restado su atractivo y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, subrayó recientemente su promesa de enviar seres humanos allí para la década de 2030.