“Las empresas son ricas en información y data, pero pobres en análisis y conocimiento propio. Tienen mucha información y resultados pero no saben qué hacer o no tienen los expertos técnicos correctos disponibles para trabajarla”, dice el CEO, Sameer Walia.
Santiago. Desde Londres, Nueva York y Delhi y de forma remota empezó a funcionar en 2004 la compañía The Smart Cube, dedicada a la investigación y analítica para grandes compañías y corporaciones, así como empresas de consultoría y bancos de inversiones.
Con un modelo de instalación offshore y trabajo externalizado (outsourcing), los servicios de The Smart Cube para compañías ubicadas en Europa o Estados Unidos se realizan por costos de operación más bajos desde oficinas en India, Rumania y, desde este año, Uruguay, donde la empresa instaló el último de sus centros de investigación.
La empresa, que viene acompañada de un crecimiento del 50% de sus actividades año a año desde los últimos dos años, espera duplicar su actividad comercial en Uruguay. Parte de su directorio asegura que invertirá “unos pocos” millones de dólares en el proyecto en Uruguay.
Información procesable
En su visita a las oficinas de The Smart Cube en el Centro de Montevideo, su CEO, Sameer Walia (42), aseguró que hay pocas compañías en el mundo que hagan lo que ellos.
Dentro de sus servicios de investigación personalizada y asesoramiento, la compañía ayuda a otras empresas a entender qué nuevos mercados deben atender, qué otras empresas deberían comprar en el caso de una posible fusión, qué negocios vender o deshacerse o cómo formar parte de inversiones de riesgo.
The Smart Cube trabaja con clientes de operaciones globales de diferentes industrias y de renombre como, entre otros, Goldman Sachs, Citybank, Johnson & Johnson y Vodafone y Pheizer.
Walia, nacido en India, señaló que actualmente hay un exceso y desaprovechamiento de toda la información que albergan las grandes compañías. “Las empresas son ricas en información y data, pero pobres en análisis y conocimiento propio. Tienen mucha información y resultados pero no saben qué hacer o no tienen los expertos técnicos correctos disponibles para trabajarla”, argumentó. Para el empresario la clave está en encontrar sentido y convertir esta información en un elemento procesable.
Destino oriental
El emprendedor explicó que la llegada de The Smart Cube a América del Sur a través de Uruguay no fue casualidad, sino el resultado de un largo proceso de investigación y toma de decisiones. Walia aseguró que la estabilidad política y el posible crecimiento económico de la región fueron factores claves a la hora de venir a Sudamérica.
“Es una región que dentro de los 20 años próximos verá un crecimiento enorme. Sentimos que un numero de nuestros clientes está mirando a América del Sur en términos de entrar a este mercado. Están haciendo grandes inversiones aquí. Si tenemos un centro de investigación aquí nos da una ventaja porque brinda lo que en nuestro lenguaje llamamos ‘botas en el suelo’”, explicó Walia.
Tras un proceso de eliminación, la elección por un país finalmente se redujo a dos opciones: Chile y Uruguay. Según contó el empresario, una economía estable, los costos operativos en instalación y la capacidad de recibir nuevos negocios de manera flexible fueron las razones determinantes para volcarse por Uruguay.
“La amabilidad del país para inversiones que llegan y para nuevos negocios, el tipo de leyes que el país tiene y la flexibilidad del sistema bancario: todo puesto junto era fantástico. La segunda cosa más importante es que el sistema educativo es muy fuerte. Dado que es un país pequeño, los estudiantes que salen de las universidades privadas y públicas son de los mejores que he visto. Incluso comparando con lugares como India o Reino Unido”, señaló.
Fuera de casa
The Smart Cube surgió como un emprendimiento entre tres amigos estudiantes, separados por sus lugares de trabajo en tres países diferentes: Inglaterra, Estados Unidos e India. Desde los inicios de la empresa, el outsourcing ha sido el principal ingrediente para el éxito de la empresa, que hoy trabaja para clientes en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Suiza y Francia.
“El mismo trabajo que se hace por un analista de investigación en Nueva York o Londres puede hacerse por gente igualmente talentosa en otros países. Es un camino de alta gama para el área de tecnología de la información de una empresa en la que se produzca mucha data”, comentó Walia.
El empresario piensa que el negocio del outsourcing seguirá siendo un modelo de negocios exitoso por lo menos en los próximos 10 años.
“Simplemente hay que mirar el diferencial del costo en trabajar en EEUU o el costo de hacerlo en Uruguay. La diferencia decrecerá, pero seguirá siendo sumamente atractiva. El mundo se está volviendo increíblemente pequeño”, aventuró.
Hoy, tras ocho años de viajes por todo el mundo, el CEO de The Smart Cube asegura que la experiencia del negocio ha sido invaluable, y que sólo esperan seguir creciendo.