El SmartWatch de Sony jamás deslumbró. Aún con este ejemplo, las compañías líderes en smartphones buscan que sus relojes inteligentes sean revolucionarios.
Los rumores acerca de los relojes de muñeca inteligentes de Apple y Samsung son consumidos con avidez por el público amante de la tecnología. Sin embargo, tal vez a ambas empresas les convendría hablar con Sony, cuyo SmartWatch, repleto de funciones y en venta desde hace más de un año, no deslumbra a las masas.
Con un precio de US$130, el reloj de pantalla táctil de 3,3 centímetros (1,3 pulgadas) se conecta en forma inalámbrica con los teléfonos inteligentes Android que utilizan la tecnología Bluetooth. El aparato alerta a los usuarios sobre llamadas y les permite responder correos electrónicos o textos con una serie de mensajes previamente escritos. Incluso se conecta con Facebook y Twitter, además de controlar la biblioteca de música del usuario en el teléfono.
El SmartWatch, que tiene aproximadamente el tamaño de un iPod Nano, es un sucesor levemente más pequeño del reloj LiveView de Sony. Introducido en 2010, tenía características más restringidas y problemas que lo limitaban. El modelo más nuevo es más elegante, aunque los usuarios no pueden ingresar mensajes y a veces requiere una carga diaria y una conexión estable para decir la hora en forma confiable.
“Sony se adelantó a sus rivales para lanzar un reloj, pero se necesita más que una idea para crear un producto exitoso”, dijo Keita Wakabayashi, analista de Mito Securities en Tokio, que pone a las acciones una nota neutra positiva. “Hay que generar un producto con funcionalidades que la gente quiera y comercializar el producto como corresponde”.
Promoción limitada
La firma de investigación de mercado en el área de tecnología ABI Research estima que este año se venderán globalmente 1,2 millones de estos relojes digitales, generando unos US$370 millones en ventas. En cambio, el crecimiento se está frenando en el mercado de teléfonos inteligentes, que hoy mueve US$358.000 millones.
Por otra parte, hacia 2015, las ventas de los relojes inteligentes aumentarán más de 20 veces, proyecta ABI. La promoción que hizo Sony del suyo ha sido, no obstante, tentativa.
“Es un accesorio para teléfonos inteligentes y no un producto para el que esperábamos envíos enormes”, dijo Yu Tominaga, portavoz de Sony, que se negó a decir cuántos relojes ha vendido la empresa. Las ventas “no han sido nada malas”.
La empresa supone que las ventas crecerán a medida que Sony y otros desarrolladores enriquezcan la biblioteca de más de 200 aplicaciones del reloj. Su atractivo es limitado porque solamente es compatible con dispositivos que funcionan con Android.
Roger Kay, presidente de la firma investigadora de mercado Endpoint Technologies Associates, dijo que el SmartWatch es demasiado caro para un complemento, necesita demasiada energía y fue demasiado problemático en el momento de su introducción.
La imposibilidad de Sony de generar arrastre con el SmartWatch es la última de una larga línea de ventajas de ser el primero que el gigante de la electrónica ha desperdiciado. El walkman y el discman dominaron el mercado global de reproductores de música portátiles durante decenios antes del advenimiento del iPod en 2001.