Las conversaciones tuvieron lugar cuando la industria automotriz estadounidense estaba al borde de la debacle.
Steve Jobs era uno de los que se preguntaban cómo sería un auto Apple. En 2008, no mucho después de que el cofundador de Apple presentara el iPhone, Jobs barajaba la posibilidad de crear un dispositivo mucho más grande. Tony Fadell, entonces vicepresidente sénior de Apple, recuerda haber hablado con Jobs sobre el potencial de un iCar.
Jobs y Fadell, que habían colaborado en el iPod y el iPhone, intercambiaron ideas sobre diseños de autos en múltiples ocasiones. “Dimos un par de paseos”, declaró Fadell en una entrevista con Emily Chang de Bloomberg. Se hacían mutuamente preguntas como las siguientes: “Si fabricáramos un auto, ¿qué fabricaríamos? ¿Cómo sería el tablero? ¿Cómo sería esto otro? ¿Cómo serían los asientos? ¿Qué combustible usaría o cómo se propulsaría?”.
Jobs decidió no avanzar en aquel momento. Las conversaciones tuvieron lugar cuando la industria automotriz estadounidense estaba al borde de la debacle y Apple estaba ocupada en tratar de instalar al iPhone como producto masivo. “La industria automotriz de Detroit estaba casi muerta”, dijo Fadell en la entrevista, que saldrá al aire el miércoles a las 19 en Bloomberg TV. “Fue divertido jugar con esas ideas”.
Desde la muerte de Jobs en 2011, Detroit se ha recuperado, y Apple –como sus compatriotas de Silicon Valley Uber y la sociedad controlante de Google, Alphabet- están más cerca que nunca de lanzar un vehículo. La empresa se ha dedicado a armar un equipo de cientos de personas, que comprende a ingenieros y especialistas en baterías y tecnología robótica, para diseñar un auto que podría entrar en producción en 2020, dijeron personas con conocimiento del tema en febrero. Apple, que tiene más de US$200.000 millones en efectivo e inversiones en su balance, sin duda cuenta con los recursos necesarios para fabricar un auto (y una nave espacial).
Como señala Fadell, los teléfonos y los autos no son tan distintos. “Un auto tiene baterías; tiene una computadora; tiene un motor; y tiene una estructura mecánica. El iPhone tiene todas esas cosas. Incluso tiene adentro un motor”, señaló Fadell, que ahora es máximo responsable ejecutivo de la empresa de electrodomésticos Nest de Alphabet. “Pero lo difícil es la conectividad y cómo hacer que el auto se autoconduzca”.
La idea de crear un auto rondaba en Apple incluso antes de 2008. Phil Schiller, vicepresidente sénior de comercialización de Apple, dijo en 2012 al declarar ante un tribunal que los ejecutivos habían hablado de fabricar un auto antes de lanzar el iPhone en 2007. Mickey Drexler, ex integrante del directorio de Apple y responsable de J.Crew Group, también dijo en 2012 que Jobs había querido fabricar un auto.
Jobs, que conducía un Mercedes, rechazó muchos proyectos, según Fadell, quien agregó no tener un conocimiento directo de los planes de Apple de diseñar un auto. Las cámaras y los televisores fueron otros productos que la empresa pensó en producir pero que finalmente desechó para centrarse en el iPhone, expresó. “Al fin de cuentas, ¿cuál fue el que tuvo el impacto más espectacular en el mundo?”, preguntó Fadell. “Dijimos: ‘Muy bien, vamos a concentrar las energías en eso. Olvídense de todo lo demás’”.