Según estudio 54% lo ha extraviado en el transporte público, 37% quebró la pantalla, 29% lo dejó caer por las escaleras, 23% lo dejó por olvido en un bar o discoteca y el 20% lo dejó caer en el inodoro.
Santiago. Para muchas personas los teléfonos inteligentes significan mucho más que una herramienta de comunicación. Para algunas representan un símbolo de estatus, otras dirán que son su conexión con el mundo cuando salen de casa, que les permiten permanecer en contacto con familiares y amigos, y que son tan necesarios como el cepillo de dientes. Pero en caso de daño o pérdida, ¿hasta dónde llegarían los usuarios para salvar su celular?
Un estudio realizado por Kelton Research y patrocinado por T-Mobile hizo esta pregunta a sus cerca de 30 millones de usuarios en Estados Unidos y encontró que el 87% piensa que perder su smartphone sería casi como perder a un amigo y el 11% dicen que prefieren salir de su casa sin pantalones antes de dejar el celular. (Ver infografía elaborada por T-Mobile).
Según el estudio, dos de cada cinco estadounidenses han perdido o dañado su teléfono inteligente. De éstos, el 54% lo han extraviado en el transporte público (bus, taxi, metro), 37% quebró la pantalla de su celular, 29% lo dejó caer por las escaleras, 25% de los padres dicen que su hijo fue el responsable, 23% lo dejó por olvido en un bar o discoteca y el 20% lo dejó caer en el inodoro.
La investigación sostiene además que más hombre que mujeres perdieron un smartphone en algún momento de sus vidas (19% vs 13%). Por edades, quienes dañan y pierden más celulares se sitúan entre los 18 y 29 años de edad.
Ahora bien, a quienes llevan el celular a todas partes, duermen con él e incluso lo llevan hasta el baño, la firma de investigación les preguntó qué serían capaces de hacer por amor a su teléfono inteligente. Estos fueron los resultados.
El 63% de los encuestados admite que se sumergiría en un basurero para encontrarlo, el 60% metería la mano al inodoro para rescatarlo y el 25% se enfrentaría con un ladrón para recuperarlo.
Cualquier propietario de un teléfono inteligente que alguna vez haya sufrido pérdida, robo o daño de su dispositivo sabe lo estresante que puede llegar a ser (especialmente por la información que contienen), pero otra cosa bien distinta es sentir pánico de salir o vivir sin celular, un trastorno mental propio del siglo XXI, que los sicólogos han denominado nomofobia (término derivado de la expresión “no-mobile-phone-phobia”).
Por lo pronto, los expertos recomiendan a los usuarios hacer “back up” periódicos de la información de sus dispositivos, proteger sus datos personales en caso de una eventual pérdida y tener siempre presente que estos aparatos no dejan de ser más que celulares.
Imagen: usuario de Flickr triciawang