Easy Taxi, una aplicación para ‘smartphones’, permite a los usuarios conectarse directamente con los taxistas, ya está siendo utilizada en varias ciudades latinoamericanas.
Conseguir un taxi en Bogotá en momentos tan críticos como las horas pico o durante la lluvia puede ser una tarea imposible. Aún así, puede lograrse con tan sólo un clic. La historia la pueden contar cientos de taxistas de la capital que hace meses están colonizando un lugar en el ciberespacio para comunicarse con los usuarios. Algunos empezaron con mensajes de Twitter para buscar clientes y ya tienen miles de seguidores.
Desde noviembre pasado hay otra posibilidad en la ciudad para contactar rápidamente a los taxistas: se trata de Easy Taxi, una aplicación que permite que los usuarios busquen directamente desde el celular el servicio. ¿Cómo funciona? La aplicación, que sólo puede instalarse en smartphones con sistemas iOS y Android, detecta la ubicación del usuario al momento que éste pide el servicio y envía el mensaje a los taxistas más cercanos. Mientras llega el taxi, el usuario puede ver el nombre del conductor, el teléfono, el modelo del carro y monitorear su recorrido a medida que se aproxima al lugar. Desaparece así la larga espera en el teléfono o el riesgo de salir a la calle a tomar un taxi, como señala Nevardo Parra, uno de los primeros taxistas en abandonar el radioteléfono para migrar a la aplicación.
En promedio, el taxi debe detectarse en menos de 15 minutos. Por ahora, la aplicación es gratuita para los taxistas, pero tendrán que pagar por ella en próximos meses, como señala el equipo de Easy Taxi.
La idea, que ya ha convencido a 1.500 taxistas de Bogotá que se han registrado en la aplicación, no es nueva: nació en Brasil en junio de 2011. Su creador, el ingeniero Tallis Gómez, le dijo a El Espectador que su intención era solucionar el problema de movilidad en las grandes ciudades a través de la tecnología. “Al localizar al taxista más cercano al pasajero, el conductor de taxi recorre distancias menores. El resultado es un impacto menor en el tráfico y, así mismo, una disminución en la emisión de carbono”.
Su desarrollo tuvo tal acogida que al apoyo del gobierno brasileño para expandir la aplicación lo siguió una propuesta de la incubadora de negocios Rocket Internet. En este momento Easy Taxi funciona en Argentina, Venezuela, Perú, Chile y Corea del Sur. De acuerdo con Sebastián Salazar, su gerente en Colombia, la idea es expandir la aplicación a Medellín y Cali en los próximos meses. A esta herramienta se suma Tappsi, otra aplicación que funciona desde 2012 y permite posibilidades similares.
Pese a las posibilidades que permiten aplicaciones como estas, todavía hay grandes limitaciones. En Bogotá hay alrededor de 52.000 taxistas y el porcentaje de los que tienen un smartphone y saben manejarlo es mínimo. Salazar reconoce que este ha sido uno de los retos más difíciles. Además, la penetración de este tipo de dispositivos en la ciudad es apenas del 14%.
En cuanto a los usuarios, para muchos la red sigue siendo un terreno desconocido. Así pueden confirmarlo los creadores de Denuncie al Taxista, una herramienta para poner en evidencia a los conductores que abusan en las carreras, que está suspendida debido a la falta de presupuesto.
Hasta ahora las principales herramientas de trabajo para los taxistas habían sido el radioteléfono o el radio satelital. Estos equipos pueden costar hasta $1.200.000 (US$650) y los taxistas deben pagar por la frecuencia entre $50.000 (US$30) y $100.000 (US$60) mensuales, dependiendo de la empresa a la que estén inscritos. En el caso de la aplicación, Salazar señala que el teléfono puede conseguirse desde $230.000 (US$125) aproximadamente y se requiere el pago de un plan de datos que cuesta mínimo $25.000 (US$15).
Con el celular en la mano, Parra asegura que “Easy Taxi permite que los servicios se hagan más rápidos y sean más prácticos. Los más contentos son los usuarios”. La misma opinión tiene Cripiniano Cuadros, otro taxista que lleva 17 años al volante: “Le he visto ventajas por todos lados; el usuario sabe que el taxi va a llegar y tiene contacto directo con el taxista. En mi caso, los ingresos han aumentado en 40%”. Hasta el momento 40.000 personas han bajado la aplicación. Para Salazar, la meta es clara: “Queremos cambiar la experiencia de pedir un taxi, revolucionar la relación de los usuarios con los taxistas”