Se calcula que en 2014 hasta 500 mil pacientes vieron a un médico a través de webcam en Estados Unidos, un fenómeno que debiera expandirse por el resto del mundo.
Por Mariana Torres para Mediatelecom Agencia Informativa. Expertos involucrados en diversos sectores vinculados al cuidado de la salud ven en los modelos de cuidado virtual, también conocido como cuidado remoto, un importante método para reducir costos y mejorar la eficiencia en este ámbito, según el nuevo reporte de eMarketer, Salud conectada: más que sólo wearables: lo que las empresas necesitan saber acerca del cuidado de la salud digital.
Se calcula que en 2014 hasta 500 mil pacientes vieron a un médico a través de webcam en Estados Unidos. Deloitte estima que podrían ser 100 millones de “econsultas” alrededor del mundo en 2014, lo que significa hasta US$5.000 millones en ahorros de visitas médicas.
Un estudio de la organización HIMSS (Healthcare Information and Management Systems Society) encontró que hasta agosto de 2014, 46% o más de 400 hospitales y consultorios médicos dicen utilizar al menos un tipo de telemedicina, la más frecuente es la videoconferencia.
Los proveedores de cuidado virtual ya expanden sus horizontes geográficos, haciendo el cuidado más accesible para quienes tienen problemas de movilidad, usando el tiempo de manera más efectiva y haciendo las interacciones con el paciente más convenientes. Aún así, las consultas remotas y las comunicaciones digitales entre los proveedores del cuidado de la salud y los pacientes, han tardado en popularizarse por las preocupaciones de calidad, privacidad y la falta de seguridad en los reembolsos.
En octubre de 2014, la Academia de Medicina y Salud Integrativa encontró que 33% de los practicantes de los cuidados de la salud en Estados Unidos ofrecieron servicios vía telefónica, visitas por webcam y otro 29% planeaba incorporar estas prácticas en los años siguientes.
Hay una arista más en este fenómeno: algunas aseguradoras que buscan reducir costos asociados con las visitas a los consultorios comienzan a reembolsar a los proveedores por interacciones basadas en teléfono, video y texto.