Las nuevas declaraciones de Elon Musk, donde aseguró estar bajo un importante estrés emocional, generaron dudas sobre su capacidad para liderar al fabricante de autos eléctricos.
Las acciones de Tesla Inc se derrumbaron un 9% el viernes luego de que el presidente ejecutivo de la compañía, Elon Musk, dijo al New York Times que está bajo un importante estrés emocional y que se estaba preparando para una “tortura extrema” por parte de vendedores en corto.
Los papeles de Tesla sufrieron su mayor caída diaria en dos años porque Wall Street cuestionó la capacidad de Musk para liderar al fabricante de autos eléctricos.
Los inversores también están preocupados por reportes de que los reguladores estaban presionando a directores de Tesla por detalles acerca de cuánta información el millonario ejecutivo comparte con ellos.
“Todos están reaccionando a la entrevista que dio Musk, en la que parece un individuo cansado, frustrado”, dijo Tim Ghriskey, jefe de estrategias de inversión de Inverness Counsel. “Hay inquietud sobre la fortaleza de la compañía a largo plazo, incluso su viabilidad si él no puede ser un líder fuerte”, agregó.
Musk sorprendió a los mercados la semana pasada al escribir en un tuit que estaba evaluando sacar a Tesla de bolsa por 240 dólares por acción y que ya tenía asegurada la financiación para hacerlo. La Comisión de Valores estadounidense ha abierto una investigación relacionada con esos tuits, de acuerdo a una persona con conocimiento directo del asunto.
El NYT publicó que hay intentos en marcha para encontrar un segundo que le quite presión a Musk, quien ha enfrentado problemas de producción con el sedán Model 3 -un modelo clave para Tesla- y ha sido criticado por su comportamiento errático en Twitter.
“Este último año ha sido el más difícil y doloroso de mi carrera. Fue enloquecedor”, dijo Musk durante la entrevista que duró alrededor de una hora, y en la que, según reportes, se emocionó más de una vez.
Musk también señaló que no tenía planes de renunciar a su doble función como presidente y presidente ejecutivo. Y que está preparándose para “al menos unos pocos meses de tortura extrema por parte de los vendedores en corto, que están impulsando un relato que posiblemente resulte en la destrucción de Tesla”.
“Si el plan es hacer privada a la compañía, sacarla del ojo público y del ojo regulatorio de la SEC, entonces la gente que tiene una responsabilidad fiduciaria tiene que sentirse cómoda con la situación, y el artículo del New York Times lo vuelve más difícil”, dijo Mike O’Rourke, jefe de estrategias de mercado de JonesTrading.
La caída de las acciones de Tesla el viernes restó US$5.000 millones a su capitalización de mercado, pero la compañía sigue estado alrededor de US$1.000 millones por encima del valor de mercado de General Motors, de US$51.000 millones.