Este mes se cumple 55 años del primer viaje de animales fuera de la Tierra que contaron con un regreso a casa sin problemas. ¿Tu mascota podría haber sido uno de ellos? Revísalo a continuación.
Por Russia Beyond the Headlines. Hace justo 55 años, el 19 de agosto de 1960, los perros soviéticos Belka y Strelka (en la foto inferior) se convirtieron en los primeros animales que realizaban un vuelo espacial y volvían a la Tierra sanos y salvos. ¿Y si su perro también está preparado para este vuelo? Sólo hay un modo de comprobarlo: seguir de cerca su comportamiento.
1. Mi perro se ha acostumbrado tanto al ruido que ya no reacciona
En la base del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos de Moscú, donde se llevaba a cabo el entrenamiento de animales, los perros se acostumbraban en primer lugar a largas estancias en un espacio cerrado con mucho ruido de fondo.
2. Come todo lo que le cae
La alimentación de los perros “espaciales” era una masa gelatinosa pensada para satisfacer todas las necesidades sólidas y líquidas de los animales. Así que las mascotas menos complejas para comer son las que más fácil podrían adaptarse.
3. Mi perro ha adelgazado mucho
La primera selección de animales para volar al espacio siguió una metodología especial: estos debían pesar como máximo seis kilos. La altura del perro debía ser de hasta 35 centímetros y su edad debía estar comprendida entre los dos y los seis años.
4. Cada vez se preocupa más por su aspecto
Esta puede ser la característica más extraña de la lista, pero los perros debían resultar atractivos para sus presentaciones a los medios de comunicación. Además, debían tener un pelaje de color claro para que se viera mejor desde las pantallas.
5. Mi perro ha comenzado a responder cuando lo llaman por un nombre ruso…
Poca gente lo sabe, pero Belka y Strelka en realidad se llamaban Albina y Markiza. Sin embargo, el comandante en jefe de las tropas de misiles de designación estratégica, Mitrofán Nedelin, exigió que los nombres extranjeros de los perros se cambiaran por nombres rusos.
6. … y a ladrar a los satélites estadounidenses.
Cuando el primer satélite de comunicaciones de la NASA, el Echo-1, sobrevolaba Baikonur, Belka y Strelka, que en ese momento se encontraban volando en el Spútnik-5, comenzaron a ladrar. A los controladores que observaban la escena a través de unos monitores les dio la sensación de que los perros ladraban al satélite estadounidense.
7. Se pasa días enteros entrenando en la plataforma vibratoria y en la centrifugadora
Esto es algo poco probable. Lo más seguro es que su perro sueñe con estrellas y esté preparado para volar al espacio exterior.
Y no estaría mal: Belka y Strelka se convirtieron en heroínas. Al regresar, comenzaron a enseñarlas en guarderías y colegios. Pocos meses después, Strelka tuvo descendencia. Nikita Jruschov regaló uno de los cachorros, que fue llamado Pushinka, a Jacqueline Kennedy, la esposa del presidente de Estados Unidos, John Kennedy.
Hoy en día, los cuerpos de los perros se encuentran en el Museo de la Cosmonáutica de Moscú (en la foto superior), y su vida sigue inspirando a artistas, escritores y animadores. En 2010, con motivo del 50º aniversario del vuelo, se estrenó una película de animación en 3D titulada “Belka y Strelka. Perros estelares”.
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