La red social promete entregar hasta 70% de los ingresos por publicidad a los creadores de contenidos.
Cromo - El ObservadorSi el mayor reto de Twitter es atraer a nuevos usuarios a su servicio y mostrar a los inversores que es capaz de competir con Facebook, el último movimiento de la compañía parece tener finalidad directa en la solución de ese problema.
Twitter está empezando a ofrecer a los usuarios y las entidades la oportunidad de ganar dinero con los videos que publican, según informes. Y los términos se ven bastante favorables para los creadores de contenido, que se llegarían a llevar a casa el 70% de los ingresos por publicidad de sus videos. Eso es un poco más que la oferta de YouTube o Facebook.
En el despliegue de los cambios, Twitter se mueve un paso más hacia un modelo de negocio que ha definido a otra industria por cerca de tres décadas.
Como cualquier persona que tenga una suscripción por cable sabe, no son las compañías de cable las que realmente hacen la programación. En lugar de ello, empresas como ESPN y HBO producen shows que comercializan a continuación a los distribuidores.
Lo que la gente en Twitter (y en un grado similar Facebook y YouTube) han hecho es injertar este modelo en la nueva economía de internet.
En abril, Twitter anunció que se estaba expandiendo hacia la cobertura deportiva en directo al firmar un acuerdo con la NFL para transmitir en vivo los jueves por la noche los partidos de fútbol americano. El desarrollo puede no apelar a los amantes del deporte acostumbrados a ver partidos en la televisión, pero para la creciente proporción de estadounidenses que obtienen su televisión principalmente a través de internet esto podría ser una gran señal de lo que está por venir. De hecho, en ese momento, Twitter dijo que también estaba considerando un movimiento hacia la la cobertura política en vivo, otra forma popular de contenidos de televisión.
La perspectiva de que Twitter ofrezca un "paquete flaco" -que incluye noticias, deportes y otros contenidos de TV- subraya la creciente semejanza entre las redes sociales, por un lado con, y con los operadores de cable por el otro. Aunque Twitter ha rechazado el cobro de una cuota de suscripción como una compañía de cable normal, está claro que las diferentes partes del complejo de medios de entretenimiento, una vez limpiamente separados, ahora están colapsando rápidamente en un solo espacio competitivo.
En un universo donde los lapsos de atención son preciosos y finitos, la apuesta de Twitter por el video se encuentra en captar a los espectadores del cable a la vez que replicar algunas de sus características más representativas. Y en su núcleo, la participación en los ingresos de la compañía con los creadores de video individuales refleja el último ejemplo de ello: es simplemente una versión a pequeña escala de las ofertas de pago por programación que las grandes corporaciones lanzan todo el tiempo. Y con todo ese contenido, Twitter puede ser capaz de crear lotes más llamativos y fáciles para los diferentes grupos.
¿La única gran diferencia? Los clientes de cable no tienen el poder para solicitar que sus proveedores les pagan por lo que crean. Pero en internet cualquiera puede convertirse en un programador pago. Y Twitter quiere llevar eso al banco.