La app lanzó un pretencioso informe que aseguraba que las ciudades que utilizan su servicio de transporte han tenido una reducción en los accidentes de jóvenes. Acá analizamos sus datos.
Por Alexis Gómez para Mediatelecom Agencia Informativa. La semana pasada Uber lanzó en Estados Unidos un informe bastante pretencioso que aseguraba que las ciudades que utilizan su servicio de transporte han tenido una reducción en los accidentes de jóvenes (menores de 30 años) que conducen en estado de ebriedad.
"Con más opciones de transporte como Uber, la gente está tomando mejores decisiones que salvan sus vidas", declaró la compañía en su reporte. Incluso, el ex director de campaña de Barack Obama, David Plouffe, quien ahora se encuentra haciendo el mismo trabajo para Uber, se ha dedicado a enviar a millones de usuarios vía email la “asomobrosa” noticia.
"Desde que lanzamos uberX en California, los accidentes de personas alcoholizadas que conducen han disminuido un 60% por mes en conductores menores de 30 años", escribió Plouffe. "Lo que significa que mil 800 accidentes fueron prevenidos en los últimos 2 años y medio."
¿Cuál es la evidencia de que Uber está "previniendo" tantos accidentes? Desgraciadamente, no mucha.
De hecho, la organización estadounidense de Mothers Against Drunk Driving (MADD), que fue coautora de este informe ha advertido sobre la conexión del aumento del uso de Uber con el decrecimiento de los accidentes automovilísticos de jóvenes ebrios. "Nadie está diciendo que hay una relación de causalidad aquí, esta es una relación de correlación. Puramente correlacional," dijo Amy George, vicepresidente senior de marketing y comunicaciones de MADD.
En el informe de Uber aparecen dos gráficos: El primero muestra los accidentes que involucran el alcohol en California, donde Uber opera. El segundo muestra lo mismo, pero en las ciudades donde Uber no da servicio. Cada gráfico compara los accidentes entre menores de 30 años y otros conductores. Pero lo que los gráficos muestran en realidad, es una tendencia a la baja de los accidentes por conducir ebrio en California como en las ciudades donde no está Uber.
Plouffe asegura que existe "una relación directa entre la presencia de uberX (la opción más barata de Uber) en una ciudad y la cantidad de accidentes por conductores ebrios jóvenes". Eso podría ser. Sin embargo, Uber no lo sabe con certeza.
Especialmente porque la compañía no aporta pruebas en su informe de que sus usuarios y los menores de 30 sean la misma población. Y la metodología compartida a The Huffington Post solo demuestra que los usuarios de Uber son personas jóvenes y más conocedores de la tecnología.
Ante las dudas que este estudio y las afirmaciones que ha desatado, Michael Amodeo, portavoz de Uber ha enviado un comunicado en respuesta a las preguntas sobre el análisis:
"Creemos que los resultados del estudio son un paso alentador en la dirección correcta y proporcionan evidencia de que los servicios de viajes compartidos como Uber están teniendo un impacto significativo y positivo en la mentalidad y en la tasa de conductores que manejan ebrios. Tratamos de hacer frente a otros factores en nuestro estudio rompiendo los grupo menores de 30 años y mayores de 30, y los estamos comparando uno contra el otro".
El informe de Uber fue realizado por Nate Good, quien es director de tecnología de una empresa online de tickets así como un estadístico amateur. En el reporte de Uber se lee: "Inspirado por el análisis de Nate Good, quien demostró una clara tendencia a la baja en accidentes relacionados con el alcohol en la cohorte más joven de Pennsylvania una vez que Uber estuvo disponible, por lo que decidimos replicar este estudio en California utilizando los datos que el Estado nos proporcionó".
Sin embargo, el estudio de Good no tiene nada que ver con "los accidentes relacionados con el alcohol." Good analizó los arrestos por la DUI. Incluso el propio Good aseguró que las declaraciones de Uber "fueron una mala elección de palabras".
En su análisis Good fue cuidadoso al advertir algunos puntos, el primero que "la correlación no se equipara a la causalidad,” y el segundo que "es un profesional de la informática y un entusiasta de la ciencia de datos, pero de ninguna manera un estadístico."
Good dijo que trataba de analizar los datos de accidentes que involucran el alcohol pero no pudo encontrar una fuente de datos confiable.