La aplicación que ofrece transporte privado está atravesando problemas por trabajar fuera de las regulaciones y por cuestionamientos por su seguridad.
En lugares tan lejanos entre sí como España, Tailandia e India, las autoridades locales prohibieron la aplicación de transporte privado Uber. El denominador común es el trabajo no registrado y la competencia desleal con los servicios de taxi.
En España, un juez madrileño dictaminó este martes que la aplicación no se podrá utilizar más dentro de todo el territorio nacional, según informó El País de Madrid. Las leyes locales no permiten que los conductores trabajen sin tener autorización administrativa, por lo que el negocio de Uber fue considerado competencia desleal. La Asociación Madrileña del Taxi es una de las organizaciones que presionó para que se prohibiera la app. Es que los taxistas son los principales opositores de este tipo de servicios.
Madrid es la segunda ciudad española en la que se instala la empresa estadounidense. La primera fue Barcelona y tampoco estuvo libre de tensiones. Desde su aparición en el mercado local en abril de este año, las protestas no han cesado e incluso hubo daños contra vehículos de la empresa. Luego de las protestas y presiones, las autoridades locales comenzaron multas de casi US$5.000 a los choferes particulares que trabajaban sin autorización.
La app de Uber funciona como un nexo entre los conductores privados y los clientes y se queda con una parte del pago. Se trata de un servicio nuevo, a través de una plataforma que nunca antes se había usado y, por eso, no hay ninguna ley que pueda prever o regular su uso.
Más problemas para Uber
En Tailandia la discusión fue similar y este martes se decidió prohibir el uso del servicio en el país. La decisión llegó en plena polémica luego de que el viernes pasado un conductor fuera detenido en Nueva Delhi, en India, acusado de haber violado a una mujer de 25 años. El lunes, las autoridades prohibieron la aplicación y comenzaron a promover la medida en otros estados.
La policía local criticó a Uber por no haber chequeado los antecedentes del chofer, un hombre de 32 que ya había sido acusado de violación en 2011. Ahora no se trata solo de un tema de competencia sino de seguridad del servicio.
La empresa respondió a las acusaciones diciendo que respeta todas las normas locales y que entre ellas no está la investigación de cada chofer y emitió un comunicado en el que apoya a la supuesta víctima. También afirma que colaborará con las autoridades locales para incluir estos procedimientos en las normas locales.
En una ronda de inversiones se valuó a la compañía en más de US$40 mil millones, seis veces más que lo que valía el año pasado. Solo Facebook cotizó tan alto como sociedad privada. Antes de volverse pública, valía US$50 mil millones, constató The Guardian.
Las aplicaciones y nuevos servicios que surgen a partir de los smartphones e internet hacen colisionar las regulaciones locales de los distintos países con la expansión masiva de multinacionales que ofrecen un servicio que cada vez gana más adeptos. Esto ha ocurrido con servicios como Airbnb, que ha tenido conflictos en todo el mundo por ofrecer alquileres a través de internet sin cumplir con leyes locales.