El director de servicios de nube de Unisys, Fabio Abatepaulo, y el director nacional de tecnologías e innovación de Microsoft Chile, Wilson Pais, compartieron su visión sobre las tendencias del uso de la nube en las compañías latinoamericanas.
Por Sol Park. Según una encuesta global de Unisys Corporation realizada en conjunto con IDG Research a finales de 2017, el uso de centros de datos locales disminuirá de 43% a 29% en 2019, mientras que el uso de la nube privada aumentará del 20% al 28% en dos años. Durante el mismo período, el uso de la nube pública aumentará del 18% al 21%, la nube híbrida del 11% al 13%.
En este contexto, Fabio Abatepaulo, el director de servicios de nube de Unisys, y Wilson Pais, el director nacional de tecnologías e innovación de Microsoft Chile, conversaron con AméricaEconomía para definir los beneficios que trae la nube para las empresas de América Latina y cómo resolver las principales preocupaciones asociadas, como la seguridad y complejidad del sistema. Además, afirman que el cloud no solo es un factor esencial en la transformación digital de las industrias tradicionales, pero que también está cambiando el modelo de negocios de la industria tecnológica.
- ¿Cuáles son los beneficios que trae el cloud para las empresas en Chile?
Fabio Abatepaulo: Existen tres beneficios principales. En primer lugar, la nube trae agilidad. Si antes las empresas se tardaban dos meses para instalar el sistema, ahora puedes encender un equipo en pocos minutos. El otro tema es la flexibilidad, ya que con cloud puedes utilizar justo lo necesario y no pagar cuando no lo necesites.
La tercera ventaja, que nosotros en Unisys creemos que es primordial, es la reducción de costo. No creemos que valga la pena tener esta flexibilidad y agilidad si hay que pagar más. Entonces nos fijamos los equipos que la empresa tiene en su casa, qué puede consolidar y cómo podemos trabajar de una forma más efectiva.
Wilson Pais: Agregaría el tema del time-to-market asociado a esta agilidad. La nube nos permite crear rápidamente una solución en marcha. Entonces, la decisión de adquirir la nube puede ser una estrategia comercial para que la compañía se adelante en la transformación digital, como también puede ser la respuesta ante la propuesta de la competencia. No podemos esperar y dar a la competencia meses de ventaja para que avancen en el mercado.
El otro tema es pagar lo justo. Por ejemplo, si yo soy un gran retailer y necesito preparar mi infraestructura tecnológica para el día de la madre o navidad, tradicionalmente necesito dimensionar toda mi estructura TI para el movimiento de esos días. Pero en el resto de los días no voy a consumir tanto y, en definitiva, estoy pagando por algo que no estoy usando.
En conclusión, la nube está transformando la industria en términos del modelo de cómo se adquiere la tecnología. En vez de invertir en CAPEX, paso a la OPEX y paso a usar la tecnología de la computación como si fuera la luz. Si está prendida, pago por la luz y si no, no pago.
Wilson Pais, director nacional de tecnologías e innovación de Microsoft Chile (izquierda) y Fabio Abatepaulo, director de servicios de nube de Unisys (derecha)
- Ustedes están hablando de llevar a las empresas desde sus data centers privados hacia la nube pública, pero no puede ser inmediato. ¿En qué etapa del proceso están las empresas en Chile? y ¿cómo ustedes recomiendan a las empresas irse a la nube pública?
W.P.: Estamos en un escenario en que un zapato no calza en todos los pies. En el caso de los startups o empresas que tienen poca inversión pueden nacer directamente en la nube pública. De hecho, se habla de empresas born-in-the-cloud como Uber, que existen gracias a la nube ya que no necesitan un data center por país, sino que instalan su plataforma en la nube.
Ya las empresas medianas, que tienen una fuerte inversión pero que necesitan crecer, son un segmento que adoptan la nube con mucha fuerza. Pero como ya tienen infraestructuras actuales, necesitan vivir en este mundo híbrido.
Finalmente, está el caso de las empresas muy grandes, como los retails y bancos más grandes de Chile. Éstos tienen una enorme inversión y de larga data, que necesitan cumplir su ciclo de vida para avanzar hacia la nube. Entonces, es muy importante ver de la mano de quién lo vamos a hacer porque estos movimientos hacia la nube son, por lo general, aplicaciones de misión crítica, que requieren seguridad, management y nuevas habilidades que los clientes no tienen.
F.A.: Como dijo Wilson, hay cosas que son aún complejas para mover a una nube pública. Entonces, la nube híbrida, que es la combinación entre la nube privada con la nube pública, es una buena solución para empresas más grandes y complejas. Nos permite sacar lo mejor de los dos mundos y poner exactamente lo que más vale la pena en la nube pública y dejar en la nube privada lo esencial.
El gran desafío es qué llevar a la nube pública y en qué momento. Hay muchas empresas que quieren colocar todo su sistema a la nube pública, pero vemos que tienen inversiones recientes, como servidores que todavía tienen una vida útil. Entonces, es importante mirar todos los entornos de la tecnología: qué inversiones de hardware y software tengo, cómo podemos optimizar las inversiones actuales y cómo garantizamos no agregar costos.
- Una vez que ocurra la transición hacia la nube pública, ¿va a morir la nube híbrida? Y, frente a la transformación digital, donde todas las empresas se están constituyéndose como empresas de software ¿Las empresas grandes no deberían estar cambiando ahora mismo a la nube?
F.A.: Es interesante la pregunta de si la nube híbrida va a morir. Hay un nuevo concepto que es el Edge Computing, que es lo opuesto a la nube y se usa en cosas críticas, como los vehículos autónomos que necesitan tener una cantidad de computación cerca.
Nuestra visión es que siempre podremos combinar los nuevos modelos que van apareciendo para entregar el mayor valor al cliente. Necesariamente tendrás que adaptar nuevas aplicaciones con algún tipo de arquitectura o a un modelo de computación, y la misma evolución de la transformación tecnológica está generando la necesidad del Edge Computing como también de la nube.
W.P.: Yo creo que estos servers híbridos van a ir saliendo de estas empresas. No me animaría a decirte en cuántos años, pero la nube pública es una tendencia que es presionada por su economía muy atractiva.
Hoy tenemos que convivir con restricciones de seguridad, soberanía de datos, privacidad y normativas de un país o industria. Por eso la nube híbrida es una buena solución hoy. Pero poco a poco las industrias van a ir adaptándose al cambio: la industria de la salud y financiera ya están atravesando por cambios en regulaciones y normativas en varios lugares del mundo como también en Chile.
Pero la nube híbrida no va a acabar, ya que este poder de cómputo muy cercano, con una latencia mínima, es requerida por algunos escenarios, como en situaciones médicas. Los milisegundos que sean muy bajos con la nube, puede ser que no sean lo suficientemente bajos para una solución que tiene que ser en tiempo real.
- Tal vez es muy adelantado hablar del fin de la nube híbrida, cuando recién se está hablando de ella en el mercado. ¿Qué industrias serían las más beneficiadas por la adopción de la nube? ¿Esas industrias de América Latina ya están adoptando y con cuánto y cuán rapidez?
F.A.: Estamos con los retailers y empresas de telecomunicaciones de Brasil y Colombia. Estas empresas que están muy cerca de los consumidores y están siendo presionados por competencias como Amazon. El sector financiero también podría beneficiarse mucho, pero es un sector que todavía está negociando con los gobiernos y existe una preocupación un poco más fuerte con los temas de seguridad y de soberanía de datos.
W.P.: Los retailers chilenos, aunque no sean los más grandes de América Latina, tienen una experiencia muy madura, sofisticada y de característica mundial. Están sumamente avanzados en el uso de cloud computing, de big data y de inclusive otras tecnologías como realidad virtual o realidad aumentada.
La otra industria chilena world-class es la minería. Todos los grandes players del mundo de la minería están en Chile, con lo cual traen su forma de trabajo de los otros países. Ya la industria de comercio y servicios son las más activas ya que siempre buscan reducir sus márgenes. Entonces, las tecnologías que bajen costos, incrementen agilidad y me permiten crecer, siempre van a ser bienvenidas.
- ¿Y el sector público?
F.A.: Es interesante que, en todos los países de la región, no hay ni un país que no está presionado por adoptar la nube para desarrollar nuevos servicios. Estuve en Colombia hace poco tiempo y ya tienen una normativa que permite usar la nube. Lo mismo en Brasil. El caso de uso de la nube en el sector público más grande del mundo está en México, usando Microsoft Azure para su sistema tributario.
Puede ser que el sector público haya tardado más, pero veo a los gobiernos muy proponentes y creando las leyes con una visión de que esto va a disminuir los costos para los ciudadanos y mejores servicios.
CLOUD Y LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL
- Cuando se habla de la nube, como Azure, solo se asocia con el almacenamiento, pero existen más soluciones ofrecidas dentro de la plataforma como la Inteligencia Artificial y Data Analytics. Entonces, ¿cómo estas nuevas tecnologías se conjugan con la nube y cómo lo ofrecen a sus clientes?
W.P.: Efectivamente, Azure es el nombre paraguas de toda esta gran infraestructura en la nube que Microsoft ha construido. Pero la nube se consume de varias formas: infraestructura como servicio, o IaaS, donde me independizo de tener que comprar hardware, pero tengo cierta responsabilidad para mantenerlo, por lo cual puedo pedir ayuda a empresas como Unisys para que me ayuden a crear una infraestructura.
Pero la nube también está como plataforma como servicio, principalmente orientada hacia desarrolladores de soluciones. Ahí encuentras un montón de propuestas, como de inteligencia artificial y de manejo de API. Y después las nubes también se consumen como software como servicio, o SaaS. Así como las soluciones de Microsoft, como Office 365, o soluciones creadas todos los días por millones de socios que tenemos alrededor del mundo están disponibles en el Azure Marketplace.
- Uno de los puntos principales de preocupación cuando se habla de la nube es la seguridad. ¿Cómo la asociación entre Unisys y Microsoft aborda este tema?
F.A.: La preocupación principal de las empresas es que el nuevo entorno creado, a través de la incorporación de la nube pública con un data center privado, se va a tornar más complejo.
Ahí entramos Unisys y Microsoft para colocar una capa de seguridad por arriba de la nube. Tenemos una solución que se llama Stealth que está habilitada para la nube de Azure. Básicamente crea redes internas virtuales que se extienden a la nube, garantizando que los sistemas que unen los distintos ambientes trafiquen por un canal tipografiado y seguro, y ese canal se vuelve invisible a otras empresas, personas o cualquier otra entidad que no esté dentro de ésta. Nuestros clientes pueden bajar Stealth, habilitarlo en su data center y garantizar que sus datos y aplicaciones fluyan de una forma más segura.
- ¿Cuál es el rol de la nube para la transformación digital? ¿Es la infraestructura base o es el producto estrella?
F.A.: Yo lo veo como un habilitador que nos permite usar las herramientas como mejor se ajusta a mis necesidades. Y esto da la opción para dos cosas. Por un lado, nos habilita nuevos negocios y servicios y, por el otro, nos da la opción de enfocarnos en solo crear y evolucionar los servicios diferenciales para mis clientes. Esto porque ya que en la nube existen muchos servicios listos, que nos permiten desligarnos de temas adicionales, como el servicio de recursos humanos o los CRM.
W.P.: Nosotros vemos la nube como una pieza fundamental de la transformación de una empresa. Los competidores están basándose en tecnologías como la nube para hacer una disrupción en el mercado. Empresas como Tesla, Uber o Netflix, son empresas que nacen de la data.
Las empresas tradicionales tienen mucho por aportar, como un retailer con muchas tiendas, conocimiento y experiencia. Pero si no se transforman digitalmente y no adoptan tecnología como el cloud computing, están en una desventaja total versus su competencia. Hacerlo a la antigua no es una opción.