Las bandas del espacio radioeléctrico a asignar quedarán disponibles por decisión del gobierno, que se las quitará al grupo Clarín. Cablevisión, la empresa de televisión por cable que opera en Montevideo y Canelones será mudada en el espectro a otras frecuencias.
Montevideo. En medio de una fuerte puja en Uruguay entre las telefónicas privadas Claro y Movistar con la estatal ANTEL por los permisos para vender servicios de internet mediante fibra óptica, disputa en la que hicieron oir su voz los gobiernos de España y México, el Poder Ejecutivo decidió que para evitar más problemas las frecuencias que estarán disponibles el próximo año para servicios móviles 4G sean subastadas y no asignadas de forma directa a ninguna empresa en particular, dijeron a El Observador fuentes del gobierno.
Las bandas del espacio radioeléctrico a asignar quedarán disponibles por decisión del gobierno, que se las quitará al grupo Clarín. Cablevisión, la empresa de televisión por cable que opera en Montevideo y Canelones será mudada en el espectro a otras frecuencias. Las ondas que hoy tiene esa empresa propiedad de Clarín son las más codiciadas por las telefónicas para desarrollar la tecnología 4G.
La sub banda que va entre los 698 y los 806 MHz le fue quitada a Cablevisión a cambio de otras frecuencias más cortas. Deberán cambiarse en febrero de 2013. Ese espacio “es una de las alternativas más atractivas para los operadores móviles desplieguen la tecnologías 4G en razón de la escala de mercado y por la ventaja que representa en términos de propagación de señal de radio”, dice el decreto que le quita esas frecuencias a Cablevisión y fue firmado este jueves 8 por el presidente José Mujica.
Esa descripción la hace en base a un informe del Comité Técnico Consultivo para uso de espectro 4G, creado en la órbita de la Dirección Nacional de telecomunicaciónes (Dinatel).
A finales del año pasado había comenzado la disputa por las frecuencias 4G. Esta tecnología, sucesora de la banda 3G, trabaja con el protocolo IP, por lo que podrá ser utilizada tanto por teléfonos celulares, módems inalámbricos y otros dispositivos móviles para acceder a servicios telefónicos, pero sobre todo de acceso a internet a velocidades muy superiores a las actuales. Esas velocidades permitirán, entre otras cosas, facilitar la transmisión de video en movimiento a través de redes móviles.
El 31 de octubre de 2011, la presidenta de ANTEL, Carolina Cosse, le envió una carta al presidente de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec), Gabriel Lombide, informando que la telefónica había culminado “con rotundo éxito” las pruebas de la tecnología LTE (Long Term Evolution) y que ya se encontraba “en condiciones de proveer el servicio en el verano de 2012, en primera instancia en Punta del Este, cumpliendo con la meta política de Estado de convertirle en el primer balneario digital del mundo para después continuar desplegando en el resto del país”.
“Corresponde sea autorizado el uso de manera definitiva de las bandas en las que operan los equipos que permitirán el referido salto de calidad”, planteó ANTEL en el escrito.
Ese pedido, que luego fue otorgado, generó gran revuelo y tanto las telefónicas Claro como Movistar reclamaron el mismo derecho. En noviembre, en declaraciones a El Observador, el gerente general de Claro, Horacio Alvarelos, pidió que este tipo de ondas se licite. “La Ursec y la Dinatra son los responsables por un proceso licitatorio”, dijo el empresario. Movistar también solicitó lo mismo.
La telefónica Claro también tiene librada otra batalla con ANTEL y con la Ursec pero por el uso de la fibra óptica. Tanto para la telefónica estatal, como para el gobierno y el organismo regulador de las telecomunicaciones, la posibilidad de vender servicios de fibra óptica es potestad sólo de ANTEL.
Movistar reivindica poder hacerlo. Claro también, pero además admite que ya lo hace.
Luego de un aviso publicado en la prensa por parte de la empresa de capitales mexicanos, la Ursec empezó a sospechar que la telefónica vendía datos por fibra óptica sin autorización.
En diciembre de 2011 intimó a la empresa a que dijera si efectivamente lo hacía y la telefónica contestó que sí. “Los servicios que nosotros prestamos los hacemos al amparo de una licencia que nos habilita”, dijo a El Observador Santiago Pardo, director de los departamentos de Legales y Relaciones Institucionales de Claro a nivel global.
Uno de los argumentos fundamentales de Claro para usar la fibra óptica es el concepto de “neutralidad tecnológica”, según dijo Pardo.
De acuerdo con el ejecutivo de Claro, están autorizados a vender ese servicio. “No solo porque nuestras licencias dicen que podemos usar medios de transmisión terrestre, sino porque en el reglamento de servicios está expresamente previsto el principio de neutralidad tecnológica. Eso quiere decir que un licenciatario puede utilizar la tecnología que mejor favorezca la prestación de los servicios”, agregó Pardo.