El viceministro de Telecomunicaciones venezonlano, Manuel Fernández asegura que no hubo sobreprecio en los equipos y que de hecho se logró un ahorro respecto a lo presupuestado inicialmente.

El Gobierno ha comprado 650 mil decodificadores a Argentina a través del convenido para despliegue de TDA. Hasta la fecha ha entregado 150 mil y en una segunda etapa se comprarán 1.5 millones más.

El pasado 20 de febrero Venezuela inició el despliegue de la televisión digital, que significa un salto en el modelo de TV abierta que conocemos hasta ahora y que funciona de modo analógico.

Poco más de tres años transcurrieron desde que el país suscribió con Japón el memorándum de entendimiento para la adopción del estándar desarrollado por ese país (Isdb-t) con la mejoras introducidas -años más tarde- por Brasil, asociadas a compresión de la señal para hacer rendir más el ancho de banda y lograr mayor calidad

Y, aunque en un principio se habló de trabajar en el despliegue de la mano con Brasil, finalmente se impuso Argentina.

-¿Cómo es que entra Argentina en el juego?

-Fue a inicios de 2012, en visita del ministro Julio de Vido. Argentina, que tomó el estándar mixto e hizo un plan de despliegue rápido, en año y medio cubrió 70 y tanto por ciento de la población y creó una solución (un shelter donde van los cuatro transmisores con equipos hechos en japón y en otras partes del mundo). Con ese país tenemos un vínculo político muy cercano y unas relaciones económicas que han venido creciendo. Frente a ese desarrollo de Argentina y a las relaciones privilegiadas económicas y políticas que tenemos, decidimos impulsar el despliegue con Argentina desde el alto nivel del Ejecutivo, con un punto de cuenta firmado por el Presidente, sin olvidar y dejar de tener relaciones con Japón, país al que he ido dos o tres veces en el último año y medio, al igual que con Brasil, teniendo como agenda, tanto con uno y con los otros, el tema TDA.

El funcionario comentó que en 2003 Argentina fue víctima de un saboteo que llevó a Venezuela a proveerle combustible y la deuda que se generó por ese concepto está convertida en un fideicomiso. Ello nos permitió tener recursos, además de contar con la capacidad de Argentina en el despliegue, el shelter y especialistas", expresó.

-Entonces, ¿Argentina estaría pagando combustible con equipamiento para TDA?

-No sería tan absoluto; eso sería reducir y simplificar una cosa que no es tan sencilla. Hubo un hecho público y notorio; hubo esa provisión de combustible y a través de eso y de otros instrumentos financieros ha habido una relación económica enorme. En particular el tema de televisión digital está usando parte de los recursos que eso genera y hay una fuente de financiamiento decidida por el Presidente en su lugar y momento. Pero sobre todo lo que nos acercó, más que este instrumento financiero, fue el desarrollo de Argentina en el despliegue de televisión digital, que es, por mucho, el más veloz de toda América, pero por mucho. Sobre la base de ese aprendizaje, infraestructura instalada que han puesto a nuestro servicios, ha permitido que nosotros hayamos tenidos esa velocidad de despliegue, en 13 ámbitos geográficos en los que estamos hoy.

"Hemos armado un equipo muy cercano entre argentinos y venezolanos, pero no se ha dejado de trabajar con Brasil, principalmente", explicó.

-Si con Japón el trabajo se ha centrado más que todo formación, ¿qué se está haciendo con Brasil?

-Hemos hecho foros sobre televisión digital y el desarrollo del decodificador y estamos en conversaciones a ver qué tipo iniciativas a nivel de industrialización podemos tener en conjunto.

Se habla de un sobreprecio en el costo de los decodificadores comprados a Argentina...

Hemos tenido equipos tanto en el área técnica como en la económica que rigurosamente se han dedicado a investigar cuál es el costo del chipset, de la electrónica, de la tarjeta, la fuente, la carcaza, el proceso industrial asociado a él y ese que esta ahí es un costo justo. Esa ventana de precios (entre US$70 y US$90) es un costo justo, dependiendo de las cosas que uno le sume.

El costo del decodificador importado por el Gobierno desde Argentina se estima en 74 dólares y, a diferencia de otros equipos utilizados en la migración de la TV analógica a digital, estos tienen la capacidad de grabar y no solo de sintonizar canales.

-¿Cuál es la inversión que se ha hecho en TV digital?

-Para la primera fase (13 estaciones, la cabecera -adonde llegan las señales), transmisores y servicios asociados poco más de US$30 millones. La parte de recepción, sumando antenas y decodificadores está en torno a US$60 millones, más los costos de manejo de gestión (nacionalización y transporte), todo sumado da US$100 millones 300 mil, un ahorro de casi US$$20 millones de lo presupuestado originalmente.

Para la fase dos estamos en plena negociación. La idea es comprar el doble de receptores -ya no solo decodificadores, sino algunos televisores- y nueve estaciones más. Entre decodificadores, televisores y nuevo equipamiento estamos estimando una inversión que rondará los US$220 millones.

Con la ejecución de ambas fases, el Gobierno planea cubrir 60% de la población. "Para eso apuntando y haciendo tareas para que en el tercero y cuarto trimestres podamos tener la mayoría de nueve estaciones instaladas.

-¿Cuándo estaremos viendo una gama de equipos (decodificadores y televisores) en los comercios? ¿El Gobierno va a hacer algo para promover esto?

-Estamos haciendo mucho con el despliegue y trayendo los decodificadores y distribuyéndolos gratuitamente. Ahorita estamos en fase de negociación para traer receptores y decodificadores para la venta. Habrá reuniones en algún momento con el sector privado para crear las condiciones para que ellos eventualmente compren porque la gente va a empezar a pedir decodificadores y televisores con capacidad para recibir televisión digital abierta.

Compraremos más decodificadores, unos serán para la venta y otros serán distribuidos gratuitamente para cubrir las áreas más pobladas y atender a la gente con menos recursos.