Esta app de origen colombiano es un mentor virtual basado en inteligencia artificial dirigido a personas interesadas en adquirir habilidades tecnológicas que les permita acceder a empleos mejor remunerados.
Con unos ojos que no dejan de parpadear, Nipu, un chatbot personificado en una burbuja de diálogo se presenta y pregunta a Andrea cómo se llama, quien mira la pantalla de su smartphone. Ella procede a darle su nombre e inmediatamente le escribe que no sabe qué hacer con su vida. “Quiero entender mejor cómo puedo aprender a programar para conseguir un trabajo que me haga feliz…”, dice esta usuaria.
“Ya me encontraste y tenemos mucho de qué hablar. Bla, bla, bla… no, en serio… mucho de qué hablar :)”, responde Nipu. Así, en tono coloquial este chatbot empieza esta relación de acompañamiento que su creador define como una entre un asesor de carrera o mentor y su pupila.
“Nipu es una tecnología que automatiza los procesos de acompañamiento al talento humano de forma masiva para que desarrolle las skills (habilidades) que necesita para ser competitiva en el mercado. Desarrollamos un mentor basado en inteligencia artificial (IA) que guía a cada persona”, dice Samuel Urquijo, CEO y cofundador de Nipu. “No somos una plataforma de entrenamiento o capacitación, sino que guiamos a las personas hacia los cursos, universidades, escuelas, talleres que les ayude a acceder a mejores trabajos, y por ende, también a remuneraciones mejor pagadas”.
La idea nació después de trabajar en Ruta N, el centro de innovación y negocios de Medellín. “Nipu partió de una necesidad muy grande en el mundo y es que la tecnología está creciendo demasiado rápido y está automatizando muchos trabajos. En ese entonces trabajábamos en este centro donde llegaban muchas empresas locales y globales que estaban automatizando procesos y despidiendo personas, pero tenían una alta demanda de programadores y personas especializadas en desarrollo de software”, dice Samuel Urquijo. “Vimos que había mucha gente desempleada y, por otro lado, un montón de puestos que no están siendo ocupados y que son bien pagados y tienen muchas posibilidades. Nos dimos cuenta que la gente no se estaba transformando a la misma velocidad que el mercado y que necesitaban ser orientadas, pero debido a la cantidad se necesitaba de una tecnología que pudiera saldar esta situación y es ahí cuando surge esta Nipu”.
Samuel Urquijo, CEO y cofundador de Nipu.
Para acceder a Nipu, cualquier persona –no necesariamente tiene que haber estudiado una carrera afín a la tecnología o adjuntar su CV–, se registra en la aplicación web o WhatsApp y empieza a hablar con este robusto chatbot de IA quien realiza diversas preguntas y en base a ello guía al usuario sobre las acciones a tomar, ya sea postular a un centro de trabajo en particular o seguir algún curso de especialización online o presencial. De esta forma, este mentor digital ayuda a tomar mejores decisiones en el ámbito profesional, enfocado a aliviar un mercado de empresas hambriento por especialistas de automatización de procesos.
Y es que la alta demanda de personas especialistas en ascenso en el mundo, aunque la oferta no crece al mismo. Según datos del Foro Económico Mundial, en 2020 el mundo va a tener una deficiencia de 40 millones de ingenieros. De esa cifra, 70.000 llegarán desde Colombia.
Así en 2017, Urquijo y el resto de socios fundadores empezaron la compañía con un capital de US$ 30.000 y lograron un primer contrato con la Universidad de Antioquia para analizar datos de educación. Posteriormente, empezaron a trabajar directamente con la ciudad de Medellín, con RutaN, entidad que financió a la plataforma con US$ 80.000 para el desarrollo de un prototipo que les permitió levantar una inversión seed de US$ 100.000. El BID también los fondeó con US$ 20.000 y actualmente es parte de una iniciativa de este organismo para que toda América Latina desarrolle habilidades digitales a través de herramientas como Nipu, para que lleguen a mayor escala.
Actualmente, trabaja con empresas públicas en Medellín donde ha hecho una alianza con Comfama, la compañía de servicios de empleo más grande de Colombia. Paralelamente, mantiene asociaciones con universidades, plataformas de educación online como Platzi y Coursera y diversos bootcamps.
Nipu mantiene alianzas con universidades y edtechs que ofrecen programas o cursos de TI.
“La idea es aliarnos con ellos para que sean parte del acompañamiento porque ellos son los que en realidad forman a las personas. También hacemos alianzas, sobre todo para Medellín, con headhunters o ese tipo de personas para que generen empleo”, dice Urquijo.
El espectro de potenciales clientes se amplía con empresas privadas. “Con las compañías abarcamos otro tipo de áreas, nos enfocamos en las habilidades que necesitan. Por ejemplo, si una empresa industrial necesita desarrollar ciertas habilidades en nanotecnología, entonces programamos la IA para que la guíe y pueda desarrollar las habilidades de su gente. Si también necesita cursos internos para la organización con su equipo de gestión humana, nosotros se lo automatizamos a su medida”, dice el emprendedor colombiano.
A fecha, han hecho pilotos controlados de entrenamiento, prototipos y pruebas de ensayo logrando que 1.500 personas se sean mentoreadas. Este año, con una tecnología más madura empezarán la venta de esta solución en toda Colombia y en otros países como Perú y México. Estados Unidos también está en sus planes, en una primera versión dirigida a la comunidad latina, y posteriormente en una segunda ya en inglés.
“Los cursos online aportan mucho y poco a poco nos vamos acostumbrando a la tecnología, estamos en ese punto específico. La gente se está acostumbrando a usar Alexa, Siri, Hey Google. Hoy la tecnología está permitiendo no solo asistentes virtuales, sino también mentores basados en IA”, dice Samuel Urquijo. “De 100 personas acompañadas en Nipu, 30 terminan asistiendo a cursos y se empiezan a formar. Medellín está desplegando la estrategia de desarrollo Valle del Software para transformar la economía hacia una digital y en este proceso podemos acompañar en los próximos dos años a alrededor de 500.000 personas".
