La fundación que lleva el nombre del Premio Nóbel llamó a un concurso para elaborar una obra basada en el escritor, el que fue adjudicado por el destacado artista local entre más de cien participantes.
El colombiano Antonio Caro se impuso entre 136 participantes de trece países iberoamericanos en el concurso organizado por la Fundación García Márquez para la entrega de una escultura del Premio Nobel.
La propuesta del artista es un bronce con hojilla de oro que representa un teclado de computador en tamaño natural. Las teclas, sin embargo, carecen de letras. Solo las que corresponden al nombre “Gabriel” están marcadas, pero no con letras, sino con números.
Los íconos numéricos forman la secuencia que seguirían los dedos de una persona al escribir el nombre “Gabriel”. Mientras que todo el teclado es de bronce, los números son destacados con la hojilla de oro. La obra deberá estar lista el 1 de octubre en Medellín.
El artista colombiano es conocido por ser uno de los pioneros del arte conceptual en Colombia. En torno a la propuesta ganadora, señala que "el teclado es una herramienta de uso cotidiano de los periodistas, quienes llegan a conocer de una manera mecánica la letra o signo que corresponde a cada tecla. Mi propuesta es una secuencia de números realizada en laminilla de oro y colocada sobre el tablero de tal manera que conforman el nombre Gabriel".
El jurado de la fundación estuvo compuesto por tres destacadas personalidades del mundo del arte: Nydia Gutiérrez (Venezuela), curadora jefe del Museo de Antioquia y profesora de curaduría en la maestría en Museología de la Universidad Nacional en Bogotá; Gonzalo García Barcha (México), diseñador, pintor, ilustrador y editor de libros, licenciado en Bellas Artes; y Germán Rey (Colombia), intelectual del periodismo, psicólogo, director del Centro Ático de la Universidad Javeriana y miembro del Consejo Rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.
Gutiérrez fue la vocera de la instancia y destacó el uso de un teclado de una marca que usaba Gabriel García Márquez para escribir. La especialista explicó: “El teclado de una marca reconocida de computadores es uno de esos gestos de Caro: asumir imágenes que se nos han entregado como estereotipos, que han permeado tanto en toda la sociedad occidental y transformarlas. Otro gesto importantísimo es hacer trascender el sentido literal del objeto. Al usar un teclado de computador está refiriendo al Nuevo Periodismo, una condición de la convocatoria”.
La obra de Caro se distinguió sobre otras diez que resultaron finalistas, lo que le hace merecedor de unos US$15.000 y una invitación para la entrega del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, en Medellín, donde también recibirá una escultura.
La obra de Caro, nacido en Bogotá en 1950, es considerada icónica, con piezas que han sido catalogadas entre las más importantes de la plástica local y regional.
Además de desarrollar su obra artística, Caro dicta talleres invitado por entidades ligadas a las artes plásticas, en Colombia y en el exterior, además de exponer en los principales centros artísticos del mundo.