A través de diversas representaciones de su vagina dentro de robots, juguetes, poleras, carcasas de celular, maquetas de campos de batalla o colegios, la creadora propone sus genitales como parte del paisaje.
Megumi Igarashi es una artista conceptual japonesa de 42 años que tiene un sueño: construir un barco en forma de vagina. En Japón las leyes relacionadas a temas morales son muy estrictas. De hecho, las reproducciones de genitales humanos en medios audiovisuales son permanentemente censuradas.
Así las cosas, lleva a cabo una exhibición llamada Rokudenashiko ("Chica absurda"), en la que realiza diversas representaciones de su vagina dentro de robots, juguetes, poleras, carcasas de ceular, maquetas de campos de batalla o colegios en los que sus genitales se vuelven parte del paisaje.
Dentro de esa dinámica, Igarashi envió datos para reconstruir su vagina a través de una impresora 3D a otra persona a través de internet, lo que fue considerado por la autoridad como una violación a la ley de distribución de "material indecente y pornográfico" a través de la red.
A través de diversas representaciones de su vagina dentro de robots, juguetes, poleras, carcasas de celular, maquetas de campos de batalla o colegios, la creadora propone sus genitales como parte del paisaje.
Para la construcción de su particular embarcación, Igarashi tiene reunidos casi US$10.000.
La defensa de la artista conceptual indica que en ningún momento envió fotos de su aparato reproductoA través de diversas representaciones de su vagina dentro de robots, juguetes, poleras, carcasas de celular, maquetas de campos de batalla o colegios, la creadora propone sus genitales como parte del paisaje.r a sus clientes, sino datos informáticos exclusivamente desarrollados para impresoras 3D que en ningún caso pueden ser considerados obscenos.
La legislación japonesa prohíbe la distribución de materiales "indecentes", lo que en la práctica obliga a que las reproducciones de genitales humanos que aparezcan en medios audiovisuales sean censuradas.
La artista ya ha tenido encontrones con la justicia y la policía japonesa, ya que ha exhibido sus genitales en una galería de arte y, a juicio de las autoridades, ha violado "constantemente" la ley de distribución de "material pornográfico".