El joven fotógrafo de 25 años recorrió todo su país fotografiando a los gatos y sus dueños en sus propios hogares.
Siempre se ha dicho que las mascotas adquieren personalidades o apariencias similares a sus dueños. El fotógrafo suizo Sebastian Magnani se tomó en serio esa creencia popular y decidió experimentar con el concepto.
Bajo esa idea, el artista comenzó un registro de gatos fotografiados con la misma apariencia de sus dueños, demostrando que la cercanía entre ambos puede llegar a ser muy efectiva.
Ya había hecho lo propio con los perros, causando gran interés por su trabajo, pero fue con los experimentos gatunos que alcanzó mayor notoriedad.
Las fotografías denominadas "Underdogs" y "Undercats" han tenido un éxito rotundo con muestras en Brasil, Estados Unidos, Rusia, China, Suiza, Alemania y Reino Unido, entre otros lugares.
La primera fase técnica del trabajo, empalmar los gatos con la apariencia humana, tomó tres semanas. Y luego la combinación de cada foto tomó de seis a ocho horas.
El joven fotógrafo de 25 años recorrió todo su país fotografiando a los gatos y sus dueños en sus propios hogares.
