En un estudio realizado para probar su efectividad, la aplicación demostró que cinco de cada mil mujeres tendría un embarazo no deseado.
El Espectador. Elina Berglund trabajó junto a varios físicos que investigaban el bosón de Higgs en el laboratorio CERN de Ginebra, Suiza. Pero tras su retiro decidió dedicarse a crear una herramienta para que las mujeres puedan decidir cuándo quedar embarazadas.
Berglund creó entonces un algoritmo que mide la la temperatura corporal para calcular en qué momento del ciclo menstrual se encuentran las usuarias y estimar si se trata de un día fértil o no.
En un comienzo la investigadora creó este algoritmo para satisfacer sus deseos, dado que quería dejar de tomar pastillas anticonceptivas. Sin embargo, el resultado de su trabajo luego lo transformó en una empresa a la que bautizó Natural Cycles y que ya está empezando a producir ingresos que no son menores.
De acuerdo con un artículo de la revista Wired, la aplicación ya cuenta con más de 100.000 usuarios que pagan entre 5,4 y 8,9 euros al mes (es decir entre US$ 5,9 y US$ 9,78), y como si fuera poco ha logrado reunir US$ 6,5 millones en fondos para desarrollarlo.
El aumento de temperatura en los ciclos hormonales no es nada nuevo. Desde 1950 se viene utilizando para conocer los días fértiles de las mujeres. No obstante, puede ser un método imperfecto porque la fisiología es cambiante y la ovulación puede estar expuesta a muchos factores como el estrés y los virus que pueden incrementar la temperatura, como lo explicó para el diario El País, Juan Antonio García Velasco, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Madrid.
Pero para su creadora, Natural Cycles es similar a la efectividad que tiene la píldora o incluso mejor porque según un estudio publicado en la revista the European Journal of Contraception and Reproductive Healthcare se rastrearon el número de embarazos en 4.054 mujeres suecas en un año que oscilaban entre los 20 y 35 años.
Los resultados mostraron que con Natural Cycles cinco mujeres de cada mil tendrían un embarazo no deseado. En cambio con el uso tradicional de la píldora, con olvidos y malos usos, se darían siete embarazos no deseados por cada cien. La pastilla fallaría para tres de cada mil mujeres se se usara bien, pero si se yerra llegaría a nueve de cada cien.
Aunque algunos médicos aseguran que todo lo que no sea invasivo es mejor, para otros la efectividad es incomparable porque los métodos hormonales siempre serán los más fiables.