En el país, el control de los lugares que permiten la reproducción del mosquito que porta las enfermedades ha sido crucial.
Con una aplicación móvil, Glenis Barragán ha ido de puerta en puerta por los barrios pobres de la norteña ciudad colombiana de Cúcuta con el objetivo de combatir la propagación del virus del Zika, una enfermedad transmitida por mosquitos.
El año pasado, Barragán ayudó a otros residentes a identificar y eliminar lugares de reproducción de mosquitos, desde agua almacenada en contenedores y cubos en los hogares hasta charcos, con basura y neumáticos desechados en las calles y parques de la ciudad.
Utilizando una aplicación telefónica y una plataforma creada por Premise, una compañía de datos y análisis con sede en Estados Unidos, la información recopilada se grabó, fue sometida a georreferenciación, se fotografió y luego se transmitió a las autoridades de salud de la ciudad.
Los resultados del proyecto piloto, que se ejecutó desde principios del 2018 hasta julio de este año, descubrieron que cuando a las personas se les muestra criaderos de mosquitos y se les informa sobre el virus Zika, es más probable que inspeccionen sus propios hogares y los mantengan libres de mosquitos, dijo Premise.
"Cuando nosotros volvimos a pasar después de dos meses, estas casas que tenían criaderos ya no los tienen, ya están aplicando el cloro para destruirlos", explicó Barragán.
"Estamos creando conciencia a las personas que está en nuestros manos solucionar el problema y evitarlo", dijo a la Fundación Thomson Reuters en una entrevista telefónica.
Barragán es parte de una red de más de 7.000 personas que participaron en el proyecto dirigido por Premise en tres ciudades de Colombia -Cúcuta, Cali y Santa Marta- en las que se inspeccionaron 108.000 hogares, dijo la firma.
A los participantes se les pagó en bitcoins o mediante depósito bancario.
En total, alrededor de 70.000 sitios de reproducción de mosquitos fueron destruidos, y el número promedio de sitios de reproducción encontrados en cada hogar se redujo de 3 a 1,8 en un año, según Premise.
La compañía de tecnología espera que la iniciativa se expanda tanto a otras ciudades de Colombia como a todo el continente.
PARTICIPACION CIUDADANA
El virus Zika se transmite a los humanos al ser picados por los mosquitos Aedes aegypti, la misma especie que porta otras enfermedades como el chikungunya, la fiebre amarilla y el dengue.
El proyecto, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), surgió en respuesta a la epidemia de Zika de 2015-2016 en América, que luego se declaró una emergencia mundial.
Si bien América Latina no se enfrenta actualmente a una epidemia de Zika, la región está lidiando con un gran brote de dengue donde al menos 2 millones de personas han contraído el virus en lo que va del año y más de 720 han muerto, según la Organización Mundial de la Salud.
A medida que la región se enfrenta a nuevos brotes transmitidos por mosquitos, hay una creciente necesidad de encontrar nuevas formas de controlar y reducir la propagación de enfermedades infecciosas como el Zika y el dengue, lo que incluye brindar soluciones tecnológicas a las comunidades afectadas.
Los expertos médicos advierten que las personas que viven en barrios marginales densamente poblados sin agua corriente o sistemas adecuados de recolección de aguas residuales y basura tienen mayor riesgo de contraer Zika y otras enfermedades transmitidas por mosquitos.
Durante las fuertes lluvias, los barrios marginales a menudo se inundan porque los desagües no existen o están bloqueados, dejando charcos de agua estancada fuera de las casas de las personas donde los mosquitos pueden reproducirse.
Barragán dijo que ella y otros líderes de la comunidad visitaron hogares en barrios marginales de las laderas que las autoridades de salud no pueden alcanzar debido a problemas de transporte y seguridad.
Involucrar a las comunidades locales en la recopilación de datos para monitorear los brotes de enfermedades puede ayudar a complementar el trabajo realizado por los funcionarios de salud que generalmente han llevado a cabo tales tareas.
"Esta es una iniciativa bastante innovadora y nueva para incluir un enfoque participativo, lo que significa que los ciudadanos vigilan la aparición de brotes", dijo Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra.
Maury Blackman, director de Premisa, dijo que los datos recopilados incluyen mapas de calor, seguimiento histórico y gráficos de frecuencia, lo que permite a los funcionarios de salud ver cuándo y en qué vecindarios de la ciudad deben intervenir.
"Con el análisis de datos, lo que podemos hacer es mostrarles (a las autoridades) a través del mapeo dónde están las áreas de mayor impacto", dijo Blackman.