Mientras la mayoría organiza aplausos masivos para animar a los profesionales de la salud, han surgido grupos que se plantean en su contra por el miedo a la infección.
La noche del primer viernes de abril, la enfermera mexicana Sandra Alemán dejó a su hija bajo el cuidado de una amiga y pasó a comprar un café antes de iniciar su turno en un hospital público de la ciudad San Luis Potosí, a unos 400 kilómetros al norte de Ciudad de México.
Con el café caliente en una mano y la llave de su carro en la otra, la enfermera salió de la tienda pero fue interceptada por un grupo de niños que, según relató, le rociaron jugo y refresco sobre su uniforme blanco, la insultaron y le gritaron al unísono: “¡Es Covid! ¡No te nos acerques!”
“Le dije a los niños que no me faltaran el respeto, salió su madre y, ofendida por lo que le dije a sus hermosos hijos, me dio un golpe en el rostro”, relató Alemán, quien confesó que, hasta ese momento, no había atendido a pacientes con COVID-19, la enfermedad generada por el coronavirus.
“Terminamos en el pavimento. Tratando de defenderme por portar orgullosamente el uniforme blanco, me fracturé dos dedos de la mano derecha. Ya no puedo realizar mi trabajo”, agregó.
Alemán es una de las docenas de enfermeras y personal de salud víctimas de agresiones y segregación en Latinoamérica por temor a ser contagiados de coronavirus, un brote que ha dejado más de 72.000 infectados y 3.241 muertos en la región.
A pesar de que en Latinoamérica y Europa los pobladores aplauden en las noches al personal médico por trabajar en la primera línea con recursos limitados contra el virus, también hay una creciente tendencia de agresión contra ellos en pequeños sectores de Argentina, Colombia, Chile, México y Panamá.
Las autoridades mexicanas se han pronunciado buscando poner un fin a las agresiones, pero los casos no cesan.
“No se podría lograr nada sin los trabajadores de la salud. (Hago) un llamado respetuoso a toda la población a cuidar al personal de salud, respetarlo, quererlo. Si no hemos necesitado un servicio médico, lo vamos a necesitar”, dijo el lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.